Estas son las cortitas de hoy martes 10 de octubre

Bronceados ya por este nuevo escándalo, el local en la playita del sur tendrá que esperar para los otorongos. El Congreso de Alejandro Soto prefirió curarse en salud y no quemarse más anunciando que la actual gestión no tiene en sus planes levantar un centro de capacitaciones en el balneario de Santa María del Mar y por el que gastarán al menos 17 millones de soles, con dinero de todos los peruanos, como informó Perú21.

Soto ha preferido patear el proyecto y que sea otro presidente el que dé inicio a la ejecución de este centro de capacitación, que se levantará sobre un terreno de 35 mil metros cuadrados cedidos por la Superintendencia Nacional de Bienes Nacionales (SBN) y que contará con zona de recepción, auditorios, estacionamiento para 500 autos, tres restaurantes y oh, oh, tres zonas de rotondas para reuniones al aire libre. Todo un club de playa. Solo falta la piscina. Provecho, señores.

Luego de hacerse el ofendido, cuando fue él quien siempre atacó a la presidenta Dina Boluarte, se le acabó el berrinche a Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el mandatario mexicano que ahora anunció que sí asistirá al Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), a realizarse en noviembre en Estados Unidos. AMLO había cancelado su asistencia para no coincidir con la presidenta peruana y “no avalar con mi presencia una injusticia”. Está claro que no se le chispoteó al mexicano, que explica que irá a California porque le insistieron y porque el mismísmo Joe Biden se portó bien con él. Al cabo que ni quería.

En un arranque de natural frescura, Luis Aragón, uno de los emblemáticos ‘Niños’ que atesora Acción Popular en este Congreso, se ha atrevido a pedir que su colega Rosselli Amuruz dé un paso al costado y deje la Mesa Directiva, ante las últimas denuncias en su contra. “No tenemos nada contra Amuruz”, aclara, por si acaso, el legislador, que apoya una moción de censura contra la actual tercera vicepresidenta del Congreso. Pensar que hace unas semanas Aragón postuló a la presidencia del Parlamento y, pese a la investigación que carga sobre sus espaldas, no dio un paso al costado en ese momento.