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Hoy se cumplen 50 años del alud que sepultó la ciudad de Yungay tras terremoto de 7.9

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La imagen grafica lo vivido aquel 31 de mayo de 1970. (Archivo Histórico El Comercio)
Fecha Actualización
Por: Carlos Rivero
El país entero estaba a la expectativa del debut de la selección peruana en el Mundial de México 70. Faltaba solo dos días para el esperado encuentro frente Bulgaria, cuando la naturaleza mostró su lado más devastador. Un día como hoy, hace 50 años un terremoto de 7.9 grados remeció la costa norte del país que generó un aluvión y sepultó la ciudad de Yungay, en Áncash.
El fuerte sismo tuvo como epicentro 80 kilómetros mar adentro, frente a Chimbote. Fueron 45 segundos de movimiento intenso. Un gran bloque de hielo del nevado Huascarán se desprendió y originó el alud que alcanzó velocidades entre 200 y 500 kilómetros por hora. Los relojes marcaban las 3:23 de la tarde.
Todo fue demasiado rápido. Los habitantes de Yungay aún no se recuperaban del susto por el violento sismo cuando el lodo y las inmensas rocas se les vinieron encima. Arrasó con todo a su paso. Los fríos números muestran la magnitud de esta tragedia: 80 mil muertos y 20 mil desaparecidos. Al menos 300 personas se salvaron porque se encontraban en el estadio o alcanzaron la parte alta del cementerio.
El panorama era desolador. Viviendas sepultadas, otras derrumbadas y familias completas perdidas. Una verdadera catástrofe que alcanzó, además, las zonas de Ranrahirca, Caraz y Carhuaz, en el Callejón de Huaylas. En La Libertad y Lima también se sintió con bastante fuerza. Hubo 143 mil 331 heridos hospitalizados y más de 3 millones de afectados.
PREVENCIÓN
Hernando Tavera, presidente ejecutivo del Instituto Geofísico del Perú (IGP), explicó a Perú21 que aquel 31 de mayo de 1970 ocurrieron dos sucesos diferentes: El terremoto y el alud. Este último fue un efecto secundario.
“El sismo fue tan intenso que generó un proceso de licuación de suelos que es cuando el agua que está debajo sale a la superficie cuarteando carreteras y pisos. Además, causó daño en viviendas de adobe y quincha a lo largo de la costa y en Huaraz. El 80% de estas construcciones colapsó”, recuerda.
Con el pasar de los años es evidente que el conocimiento científico y tecnológico ha avanzado, pero Tavera indica que no se ha logrado una cultura de prevención en las personas ni en el desarrollo de las ciudades. “Hay casas en los cerros de los conos de Lima que se han hecho sobre cúmulos de piedras que con una lluvia ceden. Con un evento sísmico el riesgo sería mucho más alto de lo ocurrido en Yungay”, alerta.
Solo en Lima y Callao, cerca de 3 millones de casas están en riesgo de ser afectadas por un sismo porque se ubican en zonas de máximo sacudimiento de suelo.
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