/getHTML/media/1229342
Nicolás Yerovi: "Celebramos la sobrevivencia"
/getHTML/media/1229339
Fernán Altuve: "¿Presentar candidato de 87 años se puede considerar estabilidad?"
/getHTML/media/1229338
Orgullo de ser peruano: ¿Qué nos hace sentirlo?
/getHTML/media/1229336
Nancy Arellano sobre Elecciones en Venezuela: "Esta no es una elección tradicional"
/getHTML/media/1229265
Zelmira Aguilar: "Alejandro Villanueva creó el estilo de juego de Alianza y Selección"
/getHTML/media/1229195
Cherman: "Quien me quiebra el lado patriótico fue Juan Acevedo con Paco Yunque"
/getHTML/media/1229190
Marco Poma CEO de Tkambio: "Perú está atrasado en materia de 'open banking'"
/getHTML/media/1229009
Javier Arévalo, escritor: "Sin bibliotecas, el hábito de leer no nace en los niños"
/getHTML/media/1228674
Mujeres Aymaras sorprenden con su arte en Desfile de Modas
PUBLICIDAD

Sebastiao Mendonça Ferreira: Tormenta al frente

Imagen
Sebastiao Mendonça
Fecha Actualización
Columnista invitado

Todo indicaría que Temer está en sus últimos días. Su principal aliado, y pieza clave del equilibrio de fuerzas, el PSDB (de Fernando H. Cardoso), se está retirando, y va a jugar en torno a una nueva opción.

Defender a Temer hoy, con 7% de popularidad, se ha vuelto demasiado costoso. Y como había explicado anteriormente, la suerte de Temer era que no había una opción viable sobre quién podría sustituirlo. Esta incertidumbre se está resolviendo. Un consenso está surgiendo en torno a Rodrigo Maia, presidente de Diputados, y las fuerzas comienzan a inclinarse hacia él.

Maia es miembro del partido Demócratas, de derecha moderada, que ha estado en oposición al gobierno del PT y menos envuelto en la corrupción. A pesar de su poca experiencia y falta de carisma, Maia viene ofreciendo garantía de que si llegara a la presidencia, daría continuidad a las reformas de Temer (sistema de pensiones, leyes laborales, etc.) y defendería los intereses corporativos.

Si esta tendencia sigue, Maia aceptaría la propuesta de impeachment a Temer, y se daría un proceso parecido al de Dilma Rousseff. La propuesta iría a la Cámara y, si allí fuera aprobada por 2/3, pasaría al Senado, etc.

Tumbarse dos gobiernos por impeachment en 18 meses evidenciaría una crisis profunda e incrementaría la incertidumbre. El principal ganador sería el PT, quien trabaja para volver en 2018. Sin embargo, esta puede ser la única opción para mantener la institucionalidad y el cronograma electoral.