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Sonia Chirinos: El olvido que algunos son

Sonia Chirinos: El olvido que algunos son

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Sonia Chirinos: El olvido que algunos son
Fecha Actualización
Parafraseo el título de una novela de Héctor Abad Faciolince que me conmovió. Si bien, lo que él maravillosamente narra, no tiene nada que ver con lo que voy a contar. Salvo el peso del olvido.
El jueves 21 se celebró el Día Mundial del Alzheimer. Una de las más crueles enfermedades que puede sufrir el ser humano. Ataca a todos: al paciente y a los que lo rodean. Creo que con más fuerza a estos últimos.
Ronald Reagan, en emotiva carta de resonancia mundial, decidió compartir su mal. Hablaba en ella no solo de su enfermedad, sino de su deseo de no causarle daño a su esposa, Nancy. Aquí estriba sin duda el drama de esta injusta enfermedad: Los familiares se ven abocados a cuidar a un ser humano, que poco a poco, no solo deja de serlo, sino que termina olvidando que una vez lo fue.
Cuentan la anécdota de un director de cine al que se le diagnosticó Alzheimer con 70 años. Antonio Mercero. Dirigió Farmacia de Guardia, de éxito mundial. Antes de caer en el olvido, dirigió una película sobre el tema. Se dice que estaba con unos amigos del cine celebrando. Y de pronto, mirándolos a la cara les dijo: “No sé quiénes sois. Pero sé que os quiero”.
Hablando de cine, hay una preciosa película protagonizada por Julianne Moore, Still Alice. Cuando la vi, aún no había tenido contacto con la enfermedad. La historia, que habla de una mujer de 50 años, madre y esposa, profesora de Harvard y psicóloga de profesión, impresiona porque describe su deterioro progresivo; la reacción familiar, a veces incomprensible para el espectador no “experto” (como yo entonces), y porque las argucias a las que recurre una mujer inteligente para combatir el olvido, a sabiendas de que es una batalla perdida, simplemente enternecen.

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