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[Opinión] Milagros Campos: Veinte años sin Pedro

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La historia del Perú no debe contarse solo desde las guerras. Las gestas heroicas de los tiempos de guerra están acompañadas de otras acciones que en circunstancias cotidianas muestran el deber cumplido con destacada responsabilidad y compromiso. Recuerdo ese comentario de Pedro Planas en alguna de nuestras conversaciones, pienso que es aplicable a su propia vida: el testimonio de un demócrata comprometido con el país. De la intensidad con la que vivió el quehacer académico: investigar y enseñar, pasó a la acción política. Pedro ejerció la función pública como consecuencia de su vocación, entendió la política como diálogo y en sus acciones se evidenció claridad en los principios éticos y democráticos.
En el contexto que vivimos, la idoneidad para el ejercicio de la función pública se ha convertido en un tema relevante. La Defensoría, la Contraloría y algunos congresistas han propuesto proyectos de ley para regular el tema. ¿Cómo entender la virtud pública? Creo que el ejemplo de la vida de Pedro nos compromete a quienes elegimos trabajar en el Estado a hacerlo con responsabilidad, neutralidad, probidad, eficiencia y respeto a la Constitución.
Pedro partió a los 40 años y publicó 25 libros. Destaco en este espacio los siguientes: El libro Estado y Ciudadanía, que es una propuesta para la educación secundaria que debería ser considerada, pues se trata de un manual de ciudadanía. Plantea actividades de reflexión y debate, formando conciencia y opiniones informadas.
La obra de Pedro y su acción política muestran la importancia de mirar la política peruana desde las provincias, apostando por un modelo de descentralización. En la introducción de su obra póstuma Parlamento y Gobernabilidad Democrática en América Latina, escribiría: “cualquier reforma exitosa del Parlamento comenzará por revalorarlo como un ente esencialmente deliberativo, encargado de conocer, entender, debatir y decidir los principales asuntos públicos”.
En 1997, publicó Derecho Parlamentario.  La publicación busca “incidir en aquellos principios y mecanismos de equilibrio interno, transparencia y publicidad que favorecen la presencia de minorías, la participación ciudadana y la intervención de la opinión pública”, destacando la importancia de trabajar con un programa legislativo anticipado. Dedica la obra a Ramírez del Villar y “a las nuevas generaciones, a quienes corresponde recoger la posta del derecho a la indignación y mantener el coraje para defender principios e instituciones, en el Perú de hoy y de mañana”. Hoy toca a sus exalumnos y amigos, recordar a Pedro y tomar la posta.
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