/getHTML/media/1229589
Carlos Paredes: ’’Es una posibilidad vender la Refinería de Talara’’
/getHTML/media/1229553
Mensaje a la Nación de Dina Boluarte por Fiestas Patrias
/getHTML/media/1229543
En breve Mensaje a la Nación de Dina Boluarte por Fiestas Patrias 2024
/getHTML/media/1229522
Se realiza la Misa y Te Deum por Fiestas Patrias
/getHTML/media/1229342
Nicolás Yerovi: "Celebramos la sobrevivencia"
/getHTML/media/1229339
Fernán Altuve: "¿Presentar candidato de 87 años se puede considerar estabilidad?"
/getHTML/media/1229338
Orgullo de ser peruano: ¿Qué nos hace sentirlo?
/getHTML/media/1229336
Nancy Arellano sobre Elecciones en Venezuela: "Esta no es una elección tradicional"
/getHTML/media/1229265
Zelmira Aguilar: "Alejandro Villanueva creó el estilo de juego de Alianza y Selección"
/getHTML/media/1229195
Cherman: "Quien me quiebra el lado patriótico fue Juan Acevedo con Paco Yunque"
/getHTML/media/1229190
Marco Poma CEO de Tkambio: "Perú está atrasado en materia de 'open banking'"
/getHTML/media/1229009
Javier Arévalo, escritor: "Sin bibliotecas, el hábito de leer no nace en los niños"
/getHTML/media/1228674
Mujeres Aymaras sorprenden con su arte en Desfile de Modas
PUBLICIDAD

Juan Mendoza Pérez: La Sunedu debe desaparecer

En su afán de asegurar la calidad educativa, la Sunedu nos garantizará la mediocridad académica.

Imagen
notitle
Fecha Actualización
Economista

Es un loable fin mejorar la calidad de la educación universitaria. Pero es un gravísimo error pretender hacerlo a través de la Sunedu.

La existencia misma de la Sunedu es incompatible con la autonomía universitaria. La lógica implica que no puede haber universidades autónomas que, al mismo tiempo, estén supeditadas a la Sunedu. Y es fundamental defender la autonomía universitaria porque la experiencia internacional nos dice que la excelencia académica es resultado de la más amplia libertad en la gestión universitaria.

No hay duda de que la gran mayoría de las universidades más destacadas del mundo están en Estados Unidos. ¿Cómo consiguieron este lugar de privilegio las universidades estadounidenses, tomando en cuenta sus modestos inicios? Lo hicieron como consecuencia de la competencia y la iniciativa individual, sin interferencia del Estado. Ni Chicago, ni Harvard, ni Yale son el resultado de nada remotamente parecido a la Sunedu. Por el contrario, la indudable calidad de estas universidades es muestra de cómo la libertad es notoriamente superior a la planificación e interferencia estatales.

No hay nada que incentive más la generación de conocimiento que el debate entre posiciones encontradas, que la diversidad de opiniones y modos de investigación y educación. La mejor carta de presentación de una universidad es qué tan bien les va a sus graduados. En su afán de asegurar la calidad educativa, la Sunedu nos garantizará la mediocridad académica.¿Son acaso las mejores universidades peruanas un logro de la regulación estatal? ¿No es más bien el caso de que la calidad educativa en las universidades públicas deja mucho más que desear que en las privadas? ¿A qué burócrata iluminado se le ha ocurrido que con más interferencia del Estado vamos a conseguir mejores resultados?

Basta examinar el reglamento de infracciones y sanciones que ha publicado la Sunedu para darnos cuenta del despropósito de su existencia. ¿Por qué tiene que haber límite de edad para ser profesor? La Sunedu hubiera jubilado a Newton, Einstein y Heisenberg. ¿Por qué es esencial un doctorado para avanzar en la carrera docente? Keynes y Friedman, economistas estelares del siglo XX, nunca hubiesen llegado muy lejos. En un magnífico artículo reciente, Sandra Belaunde nos dice que la mayoría de los premios Nobel no podrían dictar en el Perú de acuerdo a la Sunedu.

El camino al infierno está empedrado de buenas intenciones. El paternalismo está a un paso del autoritarismo. ¿Para qué transitar el tortuoso sendero por el que sin duda nos llevará la Sunedu?