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[Opinión] Hernán Díaz: Piratas del siglo 21

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[Opinión] Hernán Díaz: Piratas del siglo 21. (Presidencia)
Fecha Actualización
Si bien es cierto que la alta dirección del Ejecutivo es la que define la hoja de ruta de las políticas públicas, son los funcionarios contratados por esa alta dirección los que, en la práctica, mueven el aparato del Estado. Ir a la caza de ministros cuestionados es una obligación de quienes tienen el encargo de hacer control político, pero es igual de importante impedir nombramientos que se están dando en puestos claves del gobierno. Es inaudito que se den casos como los de Bruno Pacheco, Doris Alzamora o Julián Palacín solo a base del carné partidario o al origen chotano. Está claro que eso lo hemos vivido en todos los gobiernos, pero los niveles de incompetencia y deshonestidad que se están viendo ahora superan todo récord histórico. Es en ese nivel de gobierno donde la ciudadanía se estrella en el día a día, donde las grandes empresas, pero también los pequeños emprendedores, sufren con la ineficiencia estatal.
Unos 5 años atrás, Castillo no vislumbraba para sí un futuro político y mucho menos ocupar la Presidencia. Vladimir Cerrón sí. Para que Castillo asumiera el poder, tuvo que vender algo más que rifas. Tuvo que generar muchas deudas y no se ha demorado ni 100 días en empezar a pagar. No le dieron ni periodo de gracia. El problema es que esas deudas las estamos pagando nosotros, pero esta vez con un interés estratosférico. Otra vez el gobierno del Perú es un botín que está siendo asaltado por piratas, que como tales no esconden ni su bandera.
Debemos trabajar desde las bases, recomponer los cimientos. Esta batalla se ganará a banderazos, pero la guerra que enfrentamos cada cinco años y hace más de 200, solo podrá ser ganada si trabajamos en llevar principios, valores, ética y honestidad a quienes tendrán que gobernar el futuro. Los piratas son muchos y bien organizados. Vienen de todos lados, los traen los vientos del este, pero también los del oeste. No más saqueos, no más piratas; el Perú no aguanta más.