“Al Congreso no le importa la disciplina fiscal, el Ejecutivo no tiene la fuerza política para imponerla, el Tribunal Constitucional no se va a desdecir ni tiene ganas de hacerlo, y las luces alumbran otros problemas”.
Mientras el Ministerio de Economía y Finanzas y la Sunat esconden su afán de subirnos los impuestos detrás de medidas con títulos ambiguos, el contribuyente peruano la pasa mal.
La meta es que la recaudación por la aplicación del tributo sea de alrededor de 1 mil millones de soles anuales, según indicó el ministro de Economía, José Arista.
“Los oídos sordos del MEF, del premier y de la propia presidenta Dina Boluarte hacen prever que para el Gobierno la única solución es seguir dándole más dinero a Petroperú por un simple cálculo populista”.
En 2023, Perú cerró el año con un déficit fiscal de -2.8% del PBI. En lugar de revertir la situación incentivando la inversión privada, el gobierno intenta crear y subir impuestos. ¿Qué necesita realmente el país?