¿Por qué se celebra hoy el Día de la Libertad de Prensa y cuál es su significado en este 2024?

Este día sirve, sobre todo, para conmemorar a todos los periodistas que ejercen la profesión ante adversidades políticas, económicas y sociales, así como los hombres y mujeres de prensa que murieron cumpliendo su deber profesional con la sociedad.

Este año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció que hoy se conmemora el Día Mundial de la Libertad de Prensa “en un contexto de crisis medioambiental en todo el mundo”. En ese sentido, se busca visibilizar a periodistas que buscan difundir información sobre problemas de las cadenas de suministro, la migración climática, las industrias de extracción, la minería ilegal, la contaminación, la caza furtiva, el tráfico de animales, la deforestación o el cambio climático.

“Garantizar la visibilidad de estas cuestiones es crucial para promover la paz y los valores democráticos en todo el mundo”, indica la ONU.

El día Mundial de la Libertad de Prensa fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993. Este hito se realizó tras una recomendación que fue adoptada por 26° Conferencia General de la UNESCO en 1991, que recogió los principios de la libertad de prensa señalados en la Declaración de Windhoek.

Este documento fue elaborado por periodistas africanos que participaron en el ‘Seminario para la promoción de una prensa africana independiente y pluralista’, que fue organizado por la ONU y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) del 29 de abril al 3 de mayo de 1991. Este evento tuvo lugar en Windhoek, Namibia.

Este hecho marcó un importante precedente para la prensa libre, ya que se denunció ante el mundo el encarcelamiento de periodistas en África, así como casi 50 periodistas que murieron ejerciendo su profesión en el continente entre 1969 y 1991. No obstante, esta declaración estableció los principios universales para una prensa veraz, independiente y que fiscalice al poder público. Entre las principales características de la Declaración de Windhoek se encuentra la definición de “prensa independiente”.

“Una prensa sobre la cual los poderes públicos no ejerzan ni dominio político o económico, ni control sobre los materiales y la infraestructura necesarios para la producción y difusión de diarios, revistas y otras publicaciones periódicas”, señala el segundo principio.

Asimismo, también se estableció que, por prensa pluralista “debe entenderse la supresión de los monopolios de toda clase y la existencia del mayor número posible de diarios, revistas y otras publicaciones periódicas que reflejen la más amplia gama posible de opiniones dentro de la comunidad”.

“La tendencia mundial hacia la democracia y la libertad de información y de expresión es una contribución fundamental a la realización de las aspiraciones de la humanidad”, indica el quinto principio.

Además, se estableció que toda financiación por parte del Estado a medios de comunicación públicos “deben concederse únicamente si las autoridades garantizan en el plano constitucional y de manera efectiva, la libertad de información y expresión y la independencia de la prensa”.

Estos principios perduran más de tres décadas después y guían la labor periodística para enfrentar nuevos desafíos tecnológicos, ambientales y políticos.