/getHTML/media/1229342
Nicolás Yerovi: "Celebramos la sobrevivencia"
/getHTML/media/1229339
Fernán Altuve: "¿Presentar candidato de 87 años se puede considerar estabilidad?"
/getHTML/media/1229338
Orgullo de ser peruano: ¿Qué nos hace sentirlo?
/getHTML/media/1229336
Nancy Arellano sobre Elecciones en Venezuela: "Esta no es una elección tradicional"
/getHTML/media/1229265
Zelmira Aguilar: "Alejandro Villanueva creó el estilo de juego de Alianza y Selección"
/getHTML/media/1229195
Cherman: "Quien me quiebra el lado patriótico fue Juan Acevedo con Paco Yunque"
/getHTML/media/1229190
Marco Poma CEO de Tkambio: "Perú está atrasado en materia de 'open banking'"
/getHTML/media/1229009
Javier Arévalo, escritor: "Sin bibliotecas, el hábito de leer no nace en los niños"
/getHTML/media/1228674
Mujeres Aymaras sorprenden con su arte en Desfile de Modas
PUBLICIDAD

Lupita Nyong’o: ‘De niña soñaba con ser blanca’

La actriz keniana-mexicana ganadora del Oscar por 12 años de esclavitud dio un emotivo discurso en el que alabó la belleza de la mujer negra.

Imagen
Lupita Nyong’o: ‘De niña soñaba con ser blanca’. (Reuters)
Fecha Actualización
La actriz keniana-mexicana Lupita Nyong'o, galardonada como mejor actriz de reparto por la película 12 años de esclavitud en la reciente gala de los Oscar, aseguró que de niña soñaba con ser blanca, hasta que descubrió la belleza de ser una mujer negra.

"Recuerdo una época en que yo me sentía fea. Prendía la televisión y sólo veía piel blanca, solía burlarme y bromear acerca de mi piel de sombras nocturnas. Y cuando fui adolescente, el odio hacia mí misma empeoró, como se pueden imaginar lo que sucede durante la adolescencia. Y una de mis oraciones a Dios, el trabajador milagroso, era que un día yo despertaría siendo caucásica", dijo Lupita, durante un emotivo discurso en un almuerzo que organizó una publicación estadounidense que la premió por ser la actriz de color revelación en Hollywood.

"Traté de negociar con Dios, le dije que dejaría de robar cubos de azúcar durante la noche sólo si me daba lo que yo quería; que escucharía cada una de las palabras de mi madre y nunca perdería de nuevo el suéter de la escuela, sólo si él me hacía un poco más blanca. Pero creo que Dios no se impresionó con mis monedas de cambio porque él nunca me escuchó", añadió.