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Antonio Cisneros: Porque fui muerto y soy resucitado

A una semana de su muerte, una sentida remembranza sobre el poeta de Canto ceremonial contra un oso hormiguero.

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(USI)
Fecha Actualización
Por Hildebrando Pérez Grande

La muerte es un escándalo. Más aun cuando nos parte el alma de un hachazo feroz. Y más aun cuando se trata de alguien que, desde diversos códigos y banderas y quehaceres comunes, forma parte de nuestras vidas. Es el caso del poeta y amigo Antonio Cisneros (Lima, 1942-2012). Como él lo diría con su inconfundible tono burlón: no sé cuanto marca en el debe o el haber de mi vida, pues, desde los inicios de la década del 60, tuvimos la dicha de conocerlo en las aulas sanmarquinas. Qué se perdió o ganó entre estas aguas. / Acuérdate, Hermelinda, acuérdate de mí.

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