Chapecoense se coronó campeón y lo celebra con Alan Ruschel, sobreviviente del accidente aéreo

Un penal al estilo Panenka, en el tiempo de reposición convertido por Anselmo Ramón, en su segundo tanto de la noche, le concedió el título al equipo de la ciudad de Chapecó, en el estado de Santa Catarina (sur) y que en 2016 fue marcado por la tragedia aérea en Colombia que acabó con la vida de la mayor parte de su plantilla.

El otro gol del Chapecoense fue convertido por Pedro Perotti, mientras que Reis descontó para los visitantes.

En la celebración de Chapecoense, el momento más emotivo llegó cuando el capitán Alan Ruschel, uno de los sobrevivientes del fatal accidente aéreo, levantó el trofeo de campeón.

Con este triunfo, el Chapecoense terminó el torneo con 73 unidades y una diferencia de 21 goles en el saldo, la misma puntuación pero una anotación más que el América, que con tantos de Rodolfo y Ademir se impuso en casa por 2-1 sobre el Avaí de Florianópolis, cuyo único gol fue obra de Getulio.

En la tercera posición del torneo quedó el Juventude de Caxías do Sul, que derrotó a domicilio por 0-1 al Guaraní de Campinas con un gol de Renato Cajá.

Con los mismos 61 puntos del Juventude terminó el Cuiabá, que perdió 4-1 en su visita al CRB de Maceió, pero ya tenía su clasificación asegurada y estará en la primera división jugando en el moderno estadio Arena Pantanal, una de las sedes del Mundial de Brasil 2014.

El poderoso Cruzeiro de Belo Horizonte, que se despidió con un lánguido empate 0-0 en Curitiba ante el Paraná, terminó en la mitad de la tabla y seguirá en la Segunda División.

El descenso para la Serie C fue para Figueirense de Florianópolis, el Paraná -ambos con participaciones recientes en la primera división- y los paulistas Botafogo de Riberao Preto y Oeste de Itápolis.

El accidente que diezmó al Chapecoense ocurrió el 28 de noviembre de 2016 cuando el avión en el que el equipo viajaba a Medellín para disputar la final de la Copa Sudamericana se estrelló 17 kilómetros antes de llegar al aeropuerto de la ciudad colombiana de Rionegro.

En la tragedia murieron 71 de las 77 personas que se encontraban en la aeronave de la aerolínea boliviana Lamia, entre ellos jugadores, miembros de la directiva y del cuerpo técnico, así como una veintena de periodistas que acompañaban al club en su primera final de un torneo internacional.