Jauría: Obra teatral presenta sus últimas funciones en Lima

La pieza documental está basada en las declaraciones que la denunciante y los acusados realizaron en el juicio de La Manada, por los hechos de violación grupal ocurridos durante los Sanfermines el 06 de julio de 2016, en Pamplona, España.

El montaje nos permite viajar dentro de la mente de víctima y victimarios invitándonos a cuestionar el concepto de masculinidad y su relación con el sexo en nuestra sociedad. Un caso emblemático que denuncia a la cultura de la violación, un juicio que marca un antes y un después.

El siete de julio de 2016 una mujer de 18 años presentaba una denuncia contra cinco hombres, de entre 26 y 28 años, por una agresión sexual producida en Pamplona durante las fiestas de San Fermín.

Jauría es una obra construida íntegramente a partir de algunos fragmentos de las declaraciones que tanto denunciante como acusados realizaron ante los magistrados, jueces, abogados y fiscalía, durante los días comprendidos entre el trece y el veintisiete de noviembre de 2017.

Las declaraciones han sido fragmentadas, reordenadas o reducidas. En ninguna ocasión se ha añadido texto alguno de ficción.

La obra ha recibido varias críticas positivas de reconocidos actores y otras figuras del medio. “Jauría es un excelente montaje, preciso, contundente, revelador, dirigido con rigor y hondura e interpretado con pasión y compromiso. Imperdible y necesario. ¡Bravo!”, dijo Alberto Ísola.

“Jauría con una estupenda actuación de Andrea Luna, muy bien que una obra así se exhiba en un teatro al que asisten muchos jóvenes”, comentó Augusto Álvarez Ródrich.

Por su parte, David Carrillo sostuvo que: “Jauría, teatro documental que usa los testimonios del caso La manada sin ficcionar nada. Poderoso trabajo coral donde una mujer cercada de un sistema de hombres que victimiza y revictimiza. Necesaria obra e impecable montaje, que evita todo regodeo”.

Además, la directora dijo que el caso la conmocionó mucho y le dolió. “Sentí el desamparo con el que las mujeres crecemos desde niñas y sentí que tenía que llevar este texto a escena porque, aunque Jauría sea una obra que duele nos permite pensar que este sistema depredador en el que vivimos solo se salva con la reparación que supone esta obra en términos de visibilización y reconocimiento de la verdad. Tengo la esperanza de que a través del teatro se logre este reconocimiento que nos permita empatizar con las víctimas y cuestionarnos sobre qué estamos haciendo para romper este paradigma”, acotó.