Por Jesús Bellido
La inteligencia artificial (IA) está transformando el panorama industrial global, y Perú no debe quedarse atrás. De acuerdo con el informe ‘El futuro del empleo’ del Foro Económico Mundial, la IA es el área más prometedora del mercado laboral y se espera que más del 75% de empresas a nivel mundial lo incorporen en sus negocios en los próximos cinco años.
Este avance no es solo una tendencia pasajera, sino una realidad que permitirá mantener la competitividad en un mercado cada vez más digitalizado y automatizado. Perú, con una economía en recuperación, tiene una oportunidad única para integrar estas tecnologías disruptivas y mejorar sectores clave como la minería, la agricultura y los servicios financieros.
MIRA: Cajamarca concentra el 30% de la cartera minera
Con los últimos avances, la IA ya está empezando a mostrar su impacto positivo en la productividad y a transformar la dinámica de trabajo en las industrias peruanas. Hace poco hemos visto el anuncio de GPT-4o con funciones que hasta hace unos años parecían de una película de ciencia ficción, hoy en cambio tenemos estas herramientas en la palma de nuestras manos para resolver cualquier premura en cuestión de segundos.
Sin embargo, para aprovechar plenamente estas innovaciones en el mundo empresarial, es fundamental abordar desafíos significativos relacionados con la organización de datos y la capacitación del personal. Según un estudio de PageGroup Perú, el 51% de los trabajadores ha escuchado sobre la IA, pero su aplicación aún no es conocida. Sin embargo, el 100% de estos está dispuesto a aprender más sobre esta herramienta. Esto subraya la necesidad de un enfoque integral en la formación y desarrollo de competencias.
Ello demuestra que existe una oportunidad para desplegar el potencial de la IA en el Perú. Lo cual es altamente relevante, incluso a nivel laboral, si tomamos en cuenta la reciente estimación del Fondo Monetario Internacional, que casi el 40% de puestos de trabajo se verían afectados por la IA en países emergentes como el nuestro.
La IA seguirá ganando terreno en algunas tareas humanas, pero también abrirá nuevas oportunidades que requerirán diferentes habilidades. La clave está en la adaptabilidad y en el aprendizaje continuo de los trabajadores, pero sobre todo en la formación previa a la inserción en el mercado. En ese campo, las instituciones educativas juegan un rol fundamental para insertar en el ADN de los profesionales la vocación por el uso de la IA en distintos sectores.
Esto implica además que las empresas no solo cuenten con profesionales con habilidades STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), sino también que desarrollen infraestructura acorde a estos desafíos como la creación de una arquitectura de hardware adecuada y promover la seguridad de datos, en tiempos de ciberseguridad.
En el corto plazo, se espera que la IA generativa y los avances en procesamiento de lenguaje natural (PLN) continúen desarrollándose, permitiendo interacciones más naturales y sofisticadas entre humanos y máquinas. Además, hay un enfoque creciente en desarrollar IA explicable y transparente, esencial para su integración en decisiones críticas.
Perú se encuentra en un punto de inflexión donde la adopción de IA puede convertirse en un motor crucial para su desarrollo económico. Albergar esta revolución tecnológica en las industrias no es opcional, es mandatorio porque se trata de asegurar un futuro productivo, próspero, competitivo con un mercado laboral impactado positivamente.
