Limana es elegido como el restaurante más sostenible de Sudamérica

Próximos a celebrar el Día de la Gastronomía Sostenible, el 18 de junio, Ana Belaunde comparte su experiencia desarrollando una cocina consciente con Limana Restaurante.

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¿Cómo surgió la idea de crear Limaná y dedicarse a la gastronomía sostenible?

Todo empezó hace muchos años, cuando decidí cambiar mi dieta por el gran amor que siento por los animales. Eso me ayudó mucho a crear mis propios platos, los cuales fueron mejorando con el tiempo. Asistí a clases, tomé cursos, tanto de cocina como de nutrición, pero sobre todo disfruté de momentos maravillosos compartiendo lo aprendido con mi familia y mis amigos.

En ese camino, aprendí a comer y descubrí los muchos beneficios de una dieta nutritiva: mi nivel de energía y mi salud tanto física como emocional mejoraron en forma notoria. La ganadería y agricultura industriales contribuyen negativamente en la contaminación del suelo, los ríos y los mares, nos llenan de productos químicos, empaques de plástico y generan un gran desperdicio de alimentos, sin contar con el terrible sufrimiento que infligen a los animales.

Es toda esta historia la que me inspiró en hacer algo que ayude a los demás a disfrutar igual que yo de comida deliciosa sin descuidar la salud ni el medio ambiente. Es así como nace Limaná.

¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta un restaurante sostenible y cómo los ha superado Limaná?

Uno de los desafíos de un restaurante sostenible es que se trata de algo completamente nuevo en nuestro país. Todos tenemos claro qué tipo de comida nos espera en un restaurante nikkei o en un restaurante italiano.

El segundo desafío es poder contar con la trazabilidad de los insumos con los que trabajamos, para poder garantizar que cumplan con los estándares que exige un restaurante sostenible. Esto tampoco es sencillo por las cadenas de suministro en nuestro país.

Yo diría que el tercer reto es contar con un equipo con una cultura que incorpore la sostenibilidad en su ADN.

En Limaná todo esto ha sido relativamente sencillo, pues hemos trabajado estos temas desde que empezamos hace ya 3 años. Limaná nació para lograr objetivos muy concretos como contribuir con mejorar la salud de las personas, reducir el sacrificio de animales y cuidar el medio ambiente. En nuestro caso creemos en este concepto, y no se trata de una posición comercial o de moda, sino más bien de un estilo de vida que practicamos y promovemos.

Para poder contar con la aceptación de nuestros clientes en este nuevo concepto, lo primero que hicimos es esmerarnos por ofrecerles la mejor experiencia: comida deliciosa, un excelente servicio y un ambiente acogedor.

Lo segundo que hicimos fue aplicar a una certificación internacional en sostenibilidad. Ese fue todo un reto del cual nos sentimos muy orgullosos, especialmente por haber sido el primer restaurante sudamericano en tener la calificación más alta otorgada por la Sustainable Restaurant Association con sede en Londres. Ellos también se sorprendieron mucho de saber de un restaurante peruano con estándares tan altos como los de los mejores restaurantes sostenibles del mundo.

¿Cómo pueden los consumidores ser más conscientes y sostenibles en sus elecciones alimentarias? ¿Tiene algún consejo para aquellos que quieren iniciar un cambio hacia la alimentación más sostenible?

Creo que lo más importante es tomar consciencia que todo lo que ingerimos tiene un impacto en nuestra salud y en nuestros niveles de energía. No hay nada más cierto que la frase que dice “somos lo que comemos”. Hoy en día hay muchos estudios científicos que avalan el hecho de que no solo nuestra salud, sino también nuestros estados de ánimo dependen la forma en que nos alimentamos.

Si uno quiere seguir una alimentación más sostenible debe cuidar tres cosas primordiales:

• (1) El origen de nuestros alimentos
• (2) El impacto de los alimentos en nuestra salud
• (3) El impacto de nuestros alimentos en el medio ambiente

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