Redacción PERÚ21

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replanteó su pasada relación con , ex presidente de Estados Unidos, con quien protagonizó una relación íntima y puso en duda que haya existido consenso en el nexo que ocurrió hace más de 20 años.

"Ahora, a los 44 años, estoy empezando (apenas) a considerar las implicaciones de las diferencias de poder, tan enormes, entre un presidente y una becaria de la Casa Blanca" señaló a la revista Vanity Fair.

Agregó que "comienzo a considerar la idea de que en tales circunstancias la idea de consenso bien puede resultar irrelevante". 

"Entonces, los desequilibrios de poder y la capacidad de abusar de ellos, existen aún cuando la relación sexual sea consensuada", comentó Lewinsky.

Además de esas declaraciones, ella señaló que en estas últimas dos décadas le ha resultado difícil comprender lo que ocurrió entre ella y el ex presidente.

Se debe recordar que hace solo cuatro años dijo que había sentido "abuso" ya que al terminar su relación con Clinton, la convirtieron "en un chivo expiatorio para proteger su posición de poder".

Manifestó que antes y durante la relación con Clinton le afectaron asimetrías que podrían ser consideradas abusivas.

"Ahora veo cuán problemático fue que nosotros dos siquiera llegásemos al punto donde se planteara la cuestión del consenso. En cambio, el camino que siguió estuvo sembrado de abusos inapropiados de poder, de autoridad, de posiciones y de privilegio. (Y punto.)", precisó.

Lewinsky tenía 27 y Clinton 47 años. Ella era una becaria; él era el mandatario del país más poderoso del mundo.

"Es muy, muy complicado", siguió. "¿La definición de 'consenso' en el diccionario? 'Dar permiso para que suceda algo'. ¿Pero qué significaba ese 'algo' en esa instancia, dadas las dinámicas del poder, su posición y mi edad? ¿El 'algo' era sólo el cruce de un límite de intimidad sexual (y luego emocional)? (Una intimidad que yo quería, con la limitada comprensión de las consecuencias propia de alguien de 22 años). Él era mi jefe. Él era el hombre más poderoso del planeta", sostuvo.

El escándalo sexual llevó a Clinton a un juicio que por poco acaba con su mandato tras enfrentar un juicio de destitución.