Las calles de Porto Alegre, capital de Río Grande do Sul en Brasil, se han teñido de negro, azul y blanco. La ciudad entera ha recibido por todo lo alto al campeón de la Copa Libertadores 2017: Gremio.
El ex equipo de Ronaldinho ganó por dos goles a uno en Buenos Aires al cuadro de Lanús, que había hecho historia al meterse en su primera final de Libertadores luego de eliminar a River Plate.
En el primer partido de la gran final Gremio también se alzó con la victoria por la mínima diferencia (1-0) en Brasil. Y en Argentina volvió a concretar un buen partido para ganar nuevamente.
Una verdadera fiesta se desató en Porto Alegre. La gente colmó cada esquina para cantar, saltar y llorar de la emoción por el histórico logro de su club. El bus pasaba por las avenidas lentamente y los jugadores saludaban mientras también festejaban su triunfo.