Redacción PERÚ21

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Este domingo 19 de noviembre se realizan en las elecciones para escoger al presidente o la presidenta que reemplazará a la actual mandataria y gobernará al país vecino por los próximos cuatro años, hasta 2022.

En total, son ocho candidaturas, pero son tres las favoritas: en la derecha, quien encabeza las encuestas con amplia ventaja, seguido por Alejandro Guillier en la centro izquierda y Beatriz Sánchez en la izquierda. 

Los otros candidatos son: Marco Enríquez-Ominami (izquierda), José Antonio Kast (extrema derecha), Carolina Goic (centro), Alejandro Navarro (izquierda) y Eduardo Artés (extrema izquierda).

Elecciones en Chile
Elecciones en Chile

UNA ELECCIÓN DIFERENTE

Primero que todo, estas elecciones ponen fin al sistema binominal, el cual garantizaba dos fuerzas políticas más importantes del país -oficialismo y oposición- (en pos de la estabilidad), pero impedía la elección de partidos políticos independientes.

Además, es la primera elección presidencial con inscripción automática en el censo electoral y voto voluntario. Recordemos que en las elecciones municipales de 2015, cuando se estrenó el voto voluntario, se registró una abstención del 65%. Son casi 18 millones de chilenos los que pueden votar en estas elecciones.

Y eso no es todo. Ahora, cerca de 40,000 chilenos residentes en 59 países del mundo están habilitados para votar por primera vez fuera del país en una elección presidencial.

PIÑERA A LA CABEZA

El candidato de la derecha, Sebastián Piñera, con 67 años, corre con ventaja, a tenor de todas las encuestas, que le dan como ganador de la primera vuelta con una mayoría tan holgada, aunque la mayoría de analistas apuestan por la segunda vuelta.

De salir electo Piñera, Chile sería gobernado en 16 años por las dos mismas personas: Michelle Bachelet (2006-2010 y 2014-2018) y Sebastián Piñera (2010-2014 y 2018-2022).

El favorito para enfrentarse en un eventual cara a cara con el candidato de Chile Vamos es el senador independiente Alejandro Guillier, un conocido periodista de radio y televisión, que ha recibido el apoyo de seis partidos de la Nueva Mayoría (ex Concertación, alianza que gobernó tras la dictadura).

En tercer lugar en los sondeos aparece la también periodista Beatriz Sánchez, quien en algún momento llegó a disputarle el segundo puesto a Guillier, pero que en las últimas semanas ha ido perdiendo apoyo entre los 13,3 millones de potenciales votantes, según los sondeos.

De confirmarse los pronósticos, la abanderada del Frente Amplio podría ser decisiva a la hora de conformar un bloque progresista de cara a una eventual segunda vuelta.

CIUDADANÍA EMPODERADA

El próximo presidente de Chile encontrará una ciudadanía empoderada y diligente que exige medidas sociales impostergables como la reforma del sistema privado de pensiones y la protección efectiva de los niños en situación de vulnerabilidad.

Los programas electorales de los ocho candidatos que se medirán en las urnas el próximo domingo recogen asuntos como la lucha contra la corrupción, la preservación del medio ambiente y el respeto a los pueblos originarios.

Esto se debe, en parte, al empuje de una ciudadanía chilena con un mayor compromiso social y menos tolerancia a la desigualdad, capaz de expresar su malestar con movilizaciones callejeras y en las redes sociales.

"Hay una incidencia por parte de una sociedad que ha sido capaz de levantar ciertos temas y revelarlos", explica a la agencia EFE Octavio del Favero, coordinador legislativo de la fundación Ciudadano Inteligente.

ECONOMÍA EN CRECIMIENTO

El próximo presidente de Chile recibirá una economía que recupera el ritmo de crecimiento, a diferencia de lo que sucedió hace cuatro años, cuando Michelle Bachelet debió hacer frente a un escenario adverso.

La subida del precio del cobre, la mejora de la economía a nivel global y el optimismo del mercado por un eventual triunfo del conservador Sebastián Piñera en las presidenciales están en la base de ese optimismo.

La desconfianza empresarial ante un Gobierno que no apuntó al crecimiento como principal objetivo, sino a reformas de contenido social para mejorar la distribución del ingreso, también contribuyó a la lenta marcha de la economía.