Su abuela fue la primera alcaldesa de Los Olivos. Y con ella aprendió de tacos, vestidos y revistas de moda desde que Samantha Batallanos tenía 12 años.
“Ella era elegantísima. Éramos unas adictas a la moda, adictas a la belleza, supersuperficiales las dos”, me dice y ríe sin culpa. La describe como una adelantada a su época. Tuvo cinco hijos, salió adelante sola y fue política en los 80 y 90, en el tiempo del terrorismo.
Su madre le dice a Samantha que tiene un parecido a su abuela. Le pregunto si quisiera ser política como ella. “¿Por qué no? Hay muchísimas cosas que se podrían hacer. Sí, en algún momento lo he pensado, mi papá dice que le encantaría”, responde la hija de un dirigente político.
Por lo pronto, es parte del programa de televisión El Reventonazo de la Chola, está en un reality chileno y es vocera del festival All Music Fest 3, que se realizará este 31 de mayo en el Club Cultural Lima. Samantha Batallanos nos visitó en Perú21.
Estás en todas.
Empecé el año muy bonito; me fui Panamá, a la isla Pelícano, con mi mamá. Una aventura superdiferente. Las dos nomás. Una experiencia inolvidable, como mejores amigas. Llegué a Lima y tuve lo de Chile, y le dije “papá, aprovechemos que te llevo a Chile”. O sea, me los llevo, me encanta pasar tiempo con mis papás, son mis amigos, son lo máximo. Tenemos una relación superbonita con mi familia, los disfruto mucho.
¿Cómo entras al mundo del modelaje estando en el colegio?
Por contactos en el colegio, amiguitas que ya estaban modelando. A mí me encantaba. Yo siento que, de alguna manera, desde mi niñez, desde que tenía uso de razón, siempre quería ser como la Barbie; siempre sentí que yo tenía las cualidades. Y mira, hoy los estándares de belleza han cambiado mucho, ya no tienes que ser la típica alta de 1.80 metros con medidas superreducidas en el cuerpo. Antes había discriminación porque no era tan alta, o no era de una tez específica.
¿Pero tú has vivido eso?
Lo he vivido.
Porque siempre has sido alta.
Ya, he sido alta, pero no de 1.80 metros del modelaje de alta costura. Entonces, me cerraban las puertas. He sido delgada, pero tenía curvas como cualquier peruana. No era la típica tabla que quieren los productores de desfiles de moda de alta costura.
Querías entrar a la alta costura.
Sí. Lo fui porque en su momento Sergio Dávila sí me dio la oportunidad sin prejuicios, él venía de afuera, de Nueva York. Me puso en el Lima Fashion Week, en un desfile que él hizo para Roberto Cavalli, me puso a desfilar con Vera Jordanova, que era la musa de Quentin Tarantino. Yo tenía 15, 16 años.
¿La conociste?
Sí, la conocí, nos llevamos superlindo, y fue como una cachetada a los otros productores que me habían cerrado la puerta. Pero después Sergio se regresa al extranjero y me deja otra vez en la boca del lobo.
¿Eras tímida o avezada?
Era avezada en algunas cosas. Para estar en una pasarela con modelos de talla internacional sin nada de experiencia a los 15 años es porque era avezada. Pero también he tenido momentos de timidez, de inseguridad, como cualquier persona. Esa fue la transición del modelaje de alta costura a los concursos de belleza.
Naciste en Los Olivos. ¿Se podría decir que tienes barrio?
Nací ahí y crecí en otros distritos, como San Juan de Miraflores. Claro, yo tengo mucho barrio, mucho criollismo, mucha calle. Pero también me eduqué, mis papás son personas muy educadas, tienen mucha cultura.
¿Te sentiste privilegiada?
Nada es fácil, nada comienza fácil. Pero son muy importantes las bases que yo he tenido, que han sido mi papá y mi mamá, siempre unidos. Desde que tengo uso de razón, los recuerdo juntos y a mi lado. Eso te da seguridad como para de verdad comerte el mundo, porque tú sabes que el mundo se te puede caer, alguien puede venir a querer destrozarte la vida, pero yo sé que volteo y tengo a los seres que me crearon como dos alfiles superfuertes. Eso me ha ayudado a superar todo. Es bonito sentirse una guerrera, porque me siento segura, me siento empoderada. Siento que soy una mujer que me pueden pasar muchas cosas, pero siempre voy a caer bien parada y cuidando siempre a los míos.
Eres vocera del All Music Fest. ¿No te provocaría cantar?
Me encantaría, pero yo no canto. Eso sí, me encanta estar en los escenarios, me encanta la televisión, me encantan los flashes. Siempre he querido estar en la televisión. Y estar en El Reventonazo me ha cuajado.
¿Dirías que ya aprendiste a manejar esto de la fama, de la farándula?
Trato de manejarlo siempre con respeto. Valoro el trabajo de todas las personas.
¿La fama te atrae o preferirías evitarla?
No me molesta. Soy agradecida con las personas que están pendientes de mi vida, que saben de mi vida, que no me conocen de verdad, pero están pendientes de mí. Mis seguidores, mis detractores también.
¿Tienes detractores?
Igual me dan energía, así sea negativa. No tengo problemas con nadie; todo lo contrario, siempre agradecida.
Ya estás en los 30, ¿qué sientes que te toca hacer en esta etapa?
Sí, tengo 31. Estoy contenta estando en la televisión como quería. Ernesto Pimentel me abrió las puertas de América Televisión. Me gustaría también probar en algún momento un programa, un magazine. Y también estoy en el Canal 13 de Chile, en un reality que se llama Palabra de Honor. He sido como el personaje revelación. Los chilenos están superfelices conmigo y me han invitado a participar en el próximo reality. Me está yendo superbién en Chile.
¿Qué te gustaría decirle a tu abuela?
Que la extraño, que ya no se vaya. Me encantaría compartir lo que estoy viviendo, me encantaría que conozca a Álvaro (Rod). Yo sé que estaría feliz.
Te veo relajada.
Siento que estoy en una etapa muy estable de mi vida, muy tranquila, contenta, estoy feliz con Álvaro, él es la parte de mi vida donde digo “por fin estoy feliz” y sobre todo tranquila.
¿Piensas en ser mamá?
¡Sí!
¿Lo tienes planificado?
No, pero si llega, llega. Si salgo embarazada de Álvaro, sería muy feliz. Así que en cualquier momento…
Te brillan los ojos.
Sí, estoy muy enamorada. Es un chico increíble. Me da mucha tranquilidad, mucha paz. Lo que yo necesitaba, lo que estaba buscando.
Autoficha:
-“Soy Samantha Elizabeth Batallanos Cortegana. He vivido en barrios donde me he forjado. He tenido que ser fuerte. Cuando salía del colegio me metían la mano, teniendo 14 años. Me han pasado cosas fuertes, pero todo se ha superado”.
-“Acabé el colegio y ya modelaba. Estudié un diplomado de diseño de moda, un diplomado de administración; estudié diferentes cosas. Pero el modelaje era mi pasión. Y también estudié Comunicaciones en ISIL, lo que me dio mucha madera”.
-“Ahorita estoy dedicada a los realitys. Palabra de Honor todavía no acaba y luego grabaré otro reality para Chile que se llamará Mundos Opuestos, donde entro a partir de junio. Estar encerrada meses y meses en un reality es realmente bien fuerte”.
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