La gran diva del espectáculo, del baile, de las lentejuelas y del canto, Raffaella Carrà falleció este lunes a las 16:20 horas, según informaron sus familiares.
Sus canciones y su talento sobre el escenario la colocaron como un ícono de la libertad. Raffaella no creía en el matrimonio, pero tuvo dos grandes amores. El primero fue Gianni Boncompagni, autor de algunas de sus canciones y director; y el segundo Sergio Japino, quien fue su coreógrafo.
Cuando se menciona a Raffaella Carrà una de las primeras canciones que salta a la memoria y se empieza a tararear en Hay que venir al sur. En cada una de sus interpretaciones, la artista mostró un estilo único.
Caliente, caliente es otro éxito de la artista italiana, que en los 70 quiso incursionar en Hollywood. Con bailarines acrobáticos y movimientos sensuales, logró ganarse su propio público.
Una Raffaella más sensual y atrevida lanzó en 1976 En el amor de todo es empezar donde tuvo diversas colaboraciones, una de ellas con el ‘Puma’ José Luis Rodriguez.
Un homenaje a sus fans, en 1977 lanzó Fiesta donde mostró una música y tono más andaluces. La coreografía de su canción fue un agradecimiento.
Con Pedro se catapultó como el ícono de la cultura gay, en el videoclip mostró hombres con mallas y trajes apretados. Un escándalo para el mundo de 1980, año en el que lanzó la canción, una ventana de expresión para la comunidad LGBT.