El cantante español Enrique Iglesias estuvo cantando el pasado 20 de diciembre en Colombo, Sri Lanka, como parte de su gira internacional 'Love and Sex World Tour'. Como ocurre en muchos de sus conciertos, algunas mujeres lanzaron sus sujetadores o se subieron al escenario para besarle.
El cantante se mostró muy emocionado con volver a actuar en el país. "Fuisteis increíbles esta noche. Me habéis dado un millón de razones para volver. Os quiero Colombo. El vídeo habla por sí solo", dijo en su publicación en Instagram. Pero lo que seguramente no sabía era que el presidente de Sri Lanka estaba enfurecido.
Un vídeo publicado por Enrique Iglesias (@enriqueiglesias) el
El mandatario Maithripala Sirisena pidió que los promotores del concierto del cantante español fueran golpeados con la cola de una raya venenosa por el comportamiento de las fans.
"Es un comportamiento incivilizado que va contra nuestra cultura (…). No digo que se azote con la cola de una raya venenosa a estas mujeres incivilizadas que se quitaron el sujetador, pero sí a quienes organizaron tal evento", afirmó.
En Sri Lanka no son bien vistas las muestras de afecto en público —según consigna la BBC—, incluso la Policía ha llegado a detener a parejas por besarse en lugares públicos.
El mandatario criticó, además, que las entradas costasen hasta 35,000 rupias ceilandesas (unos US$241) y que el evento solo durara unas horas. Incluso dijo que quiere poner fin a este tipo de conciertos: "Quiero destacar que estos conciertos indecentes no deberían recibir la autorización para celebrarse nunca más en Sri Lanka".
Los únicos que se pronunciaron fueron la empresa organizadora, Live Events, quienes lamentaron el retraso de la actuación así como las "inadecuadas" medidas de seguridad adoptadas.
"Nos sentimos muy decepcionados porque este evento haya terminado así (…) Una disculpa no basta, sino que es necesario una compensación adecuada en forma de devolución, al margen de las pérdidas económicas que nos pueda suponer".
Por ahora el cantante no ha reaccionado a las consecuencias de su primer concierto en Sri Lanka.