Kim Kardashian y su esposo, el rapero Kanye West, esperan tener un hijo a través de un vientre de alquiler debido a que la estrella de la televisión tiene problemas de salud y no puede volver a quedar embarazada.
Kim padece de 'placenta accreta', una enfermedad que consiste en una excesiva adherencia de la placenta a la pared uterina y que causa hemorragias vaginales.
Por ello, la pareja pagó más de 45 mil dólares mediante un contrato de vientre de alquiler con una serie de cláusulas donde por ejemplo le prohíben tomar baños con agua caliente, teñirse el pelo, comer pescado crudo o mantener relaciones sexuales durante las semanas previas al embarazo y en las tres posteriores a la implantación del embrión, informa el sitio TMZ.
Incluso, Kardashian armó una lista con los alimentos que debe comer durante el embarazo. Otra de las cláusulas del contrato es que se harían cargo del bebé sea cual sea el estado de salud en el que nazca.
La mujer que llevará al bebé Kardashian, que será una niña, es una afroamericana de unos 20 años, universitaria y que lleva cinco años casada y con dos hijos. Además, ya ha servido en esa tarea anteriormente.