(MarioZapata/Perú21)
(MarioZapata/Perú21)

Es ‘Monchi’ desde que nació. Sus papás en casa ya la llamaban así. Y no solo eso. En la primera novela que hizo, a su personaje le pusieron ‘Monchi’ sin saber que era su sobrenombre. Hasta que llegó , donde protagonizó uno de los momentos más divertidos y entrañables de la televisión nacional. Ya saben, como la bebé ‘Monchi’. Montserrat Brugué está de vuelta, pero en lo que podríamos llamar su espacio natural: el teatro.

Esta vez con Cintas de seda, obra del dramaturgo cubano Norge Espinosa y dirigida por el maestro Alberto Ísola. Puesta en escena en la que se representan las figuras de Frida Kahlo y Sor Juana Inés de la Cruz. Esta última interpretada por Brugué, quien pese a sus 50 años, siempre será nuestra ‘Monchi’.

Cintas de seda es una historia de mujeres, rebelión, arte y fe. ¿Qué coincidencias podría tener con la actualidad?
El empoderamiento de la mujer está cada vez más presente, tenemos más libertades, poder para decir lo que queremos y hacer valer nuestros derechos. Sin embargo, mi personaje en la obra de teatro no lo vivió así, nació en una época como 1600, en la cual la mujer no podía ser lo que realmente quería. Ella era una gran escritora, pero no la dejaban leer ni escribir. Tuvo que refugiarse en un convento para poder seguir haciendo lo que quería. Fue adelantada a su época. Sus poemas realmente me han cambiado la vida. Ha sido un descubrimiento hermosísimo.

Sin embargo, la violencia contra la mujer, la desigualdad de oportunidades y el machismo nos regresan, de alguna forma, a tiempos difíciles como los de Sor Juana Inés.
Cada día las mujeres luchamos más y somos más voces por nuestro empoderamiento, y nos estamos aliando para no dejarnos pisotear. Aunque también nosotras tenemos que liberarnos del machismo.

Frida Kahlo y Sor Juana Inés de la Cruz tenían determinación ante la sumisión.
Cada vez intentamos más con nuestros hijos para que no tengan esa sumisión, pero es algo que viene desde nuestros antepasados, en cómo te han formado en casa.

¿Por qué ocurren casos como el de la niña de 11 años Jimena, quien fue secuestrada, violada y asesinada?
Creo que el ser humano tiene mucho vacío, violencia. No hay valores.

¿Todos nos preguntamos cómo evitar que se repitan casos como el de Jimena?
Desde la formación, el colegio, la casa, el lugar donde vives.

¿En qué te identificas con Frida Kahlo y Sor Juana Inés de la Cruz?
En la pasión por hacer lo que uno ama. Vivir del arte es bien difícil, porque tienes chamba tres meses y después no. Debes ingeniártelas pues no hay continuidad. Pero es una opción de vida.

¿Siempre quisiste ser actriz?
Desde chiquita les actuaba a mis papás. Aunque me pidieron que estudiara una carrera, entonces intenté seguir administración de hoteles. Pero el instituto estaba cerca de donde se grababa una telenovela y buscaban chicas, entonces fui y me ofrecieron un papel, y ahí empezó todo. A mis padres les dije: ya estoy ganando plata y yo me voy a pagar mi carrera. Siempre seguí lo que quería.

En diciembre último, Carlos Alcántara declaró que “sería un golazo hacer una película de Patacláun”. ¿Sientes lo mismo o cierras esa puerta?
Nunca he cerrado esa puerta. Creo que soy la única que no he cerrado esa puerta (risas). Y soy la única que sigo haciendo mi personaje y que no tengo eso de: ‘ay no, cómo lo voy hacer’. Para nada. Al contrario, amé ese personaje y ahora me sigue dando la oportunidad de llegar a los niños. Yo hago formación de públicos en el Teatro Municipal y ha sido hermoso para mí seguir llegando a otras generaciones pese al paso del tiempo, que se disimula con la nariz y el gorro. En realidad, yo sería feliz de llegar al cine con Patacláun. Pero respeto que para algunos ya pasó, cierren la puerta y sigan con otra cosa.

¿No lo han conversado?
No los veo. Para la foto de Cosas fue un encuentro increíble, y realmente no los veía a todos desde hacía 20 años creo.

Quizá el miedo de alguno de ellos se funda en que el personaje absorba la imagen del actor. ¿No le tienes temor a eso?
Ya pasó y hemos seguido haciendo otras cosas. Sería un remember (risas). Un reencuentro, divertirnos y ya. Tal vez hay mucho drama alrededor del asunto. A todo el Perú le gustaría que Patacláun llegue al cine, creo que sería un éxito. Sería lindo un reencuentro en la pantalla grande.

Me acabas de comentar que haces formación de públicos en el Municipal. ¿No crees que falta algo de eso en el cine, por ejemplo?
La formación de públicos debería ser parte de una campaña del Ministerio de Cultura, como llevar cine y teatro gratuito a distintos lugares, a espacios donde no lo hay, no solo en Lima sino también en provincias.

Existe la premisa de que el público solamente busca entretenimiento.
No creo eso. Por ejemplo, amigas como Norma Martínez que presenta la obra teatral Pulmones por todo Lima me dice que la respuesta ha sido maravillosa. Y no es que sea una obra comercial. Juzgamos equivocadamente al público.

¿Y cómo ves al público?
Va más gente al teatro, las salas están llenas. En la época que yo empezaba, en los noventa, iba muy poca gente. Hay varios festivales, cada vez existe más movimiento. Tenemos dónde hacer teatro, la gente se inventa espacios, como La Casa Recurso en Barranco. Y lo que pasa es que ahora hay carrera, algo que antes no había.

¿Por qué no debemos perdernos Cintas de seda?
Es un texto maravilloso. Norge es un poeta. Es una delicia.

AUTOFICHA: 
- "Empecé a actuar a los 18 años. Mi formación se dio en varios lugares, porque en esa época no había universidad para ser actriz. Estudié en una escuela con ex alumnos del TUC, estudié con Alberto Ísola, hice muchos talleres de danza con Mirella Carbone, con Yuyachkani. En esa época todo era talleres”.

- “Lo que más he hecho en la vida ha sido teatro y algo de televisión desde chica. Hice poco cine, menos de lo que me gustaría. Me gusta mucho pintar, el campo. Enseño teatro y aporto a la sociedad, en mi día a día, con mis alumnos. A través del arte nos sensibilizamos”.

- “En 'Cintas de seda' estoy muy agradecida por volver con mi maestro, Alberto Ísola, pues él me enseñó a amar el teatro. La temporada de esta puesta en escena irá hasta el 12 de marzo, de jueves a lunes, a las 8 p.m. (domingos 7 p.m.), en el Teatro de Lucía, que está en la calle Bellavista 512, Miraflores”.