Y realmente cada tema es un mundo propio dentro del universo de “Autopoiética”. Porque además de un despliegue de géneros, Mon nos llena de pequeñas pistas de otras obsesiones, de otros amores, a través del uso de samples, como la aparición de Los Ángeles Negros al cierre de “No+sad”, un sample de un diálogo de la película Hiroshima, mon amour en “40 y MM” y “Mew shiny”, una balada minimalista y experimental con un título que nos hace pensar ¿acaso Mon fantasea con ser maestra Pokémon? El álbum es un paisaje lleno de referencias para seguir conociendo las diferentes capas de una artista compleja que, muchas veces, la maquinaria de la industria y de los tiempos que vivimos, por su velocidad, no permite ver.