“Cuando dañas a una persona el destino se encarga de triplicar el dolor hecho, las acciones se vuelven dolor. Porque todo gira, todo vibra y todo vuelve, el karma existe y lo que uno hace en esta vida, en esta misma vida se rinde cuentas, y quien la hace riendo, llorando la paga”, se lee en la publicación compartida por Klug.