La duquesa de Sussex, Meghan Markle estuvo a punto de pasar la vergüenza de su vida durante la boda de Lady Celia McCorquodale, quien se casó con George Woodhouse, a la que acudió con su esposo, el príncipe Harry.
Markle vistió un bello vestido blanco y azul con estampados florales de Oscar de la Renta 2019 valorizado en US$5,490. Y unos tacones blancos que combinaban a la perfección con su tocado blanco.
Todo era perfecto, hasta que Harry y Meghan empezaron a caminar por los jardines de la iglesia St. Andrew y St. Mary de Stoke Rockford, Lincolnshire. En ese momento, la duquesa pareció resbalarse, pero afortunadamente su esposo la ayudó a recuperarse de forma inmediata.
Por fortuna, solo fue un pequeño susto, luego la pareja siguió caminando con serenidad como acostumbran.