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Redacción PERÚ21

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Jaime Cabrera Junco en Twitter

Al empezar una nota sobre escritores es una costumbre y una obligación en el periodismo mencionar si ganó tal o cual premio, y en tal o cual año. Sobre Martín Kohan (Buenos Aires, 1967) podemos decir, que muy aparte del Premio Herralde que ganó en 2007 por su novela Ciencias morales, es un escritor interesante por su manera de ver y hablar sobre literatura. En la ceremonia de inauguración de la marcó la diferencia no solo porque irreverente él vestía una camiseta y unos jeans desgastados, sino por lo que dijo. Su discurso nos sacó del soponcio que suelen causar este tipo de ceremonias.

En la inauguración de la Feria del Libro dijiste algo que no solo llamó mi atención sino que me remitió a la esencia de este blog: "Estamos aquí por algo que nos importa mucho y que no importa a tantos: la literatura". ¿La literatura realmente no le importa a mucha gente?Es muy fácil remitirse a una constatación empírica. ¿Cuál es la irradiación de un libro promedio al que le vaya razonablemente bien? ¿5 mil, 8 mil, 15 mil ejemplares?

Y con 15 mil ya es un best seller…Claro, y si no veamos, ¿Cuántas personas caben en un estadio de fútbol? Cincuenta mil o más. No lo digo peyorativamente que yo también voy al estadio. Quiero decir que si la tasa de éxito promedio de la literatura es de 15 mil, por no hablar de lo que puede ser una media razonable de buenos libros, de buena literatura, estamos hablando de 4 mil o 5 mil y eso es claramente minoritario.

¿Y en estos tiempos de Internet esto se ha agudizado? Por ejemplo, en el siglo XIX la literatura era una de las formas más inmediatas de entretenimientoEn parte es probable, tampoco hay que mitificar las épocas pasadas en, donde efectivamente, la lectura cumplía una función de entretenimiento con una mayor eficacia. Lo cierto es que más que añorar un pasado, lo que estoy pensando es en la posibilidad de que más lectores accedan a un tipo de literatura que no quepa en términos estrictamente de entretenimiento porque la literatura de entretenimiento sigue consiguiendo récords de cifras cuantiosas. Estoy pensando en esa clase de literatura que me interesa, que es la que tiendo a enseñar cuando trabajo en la universidad, que es una literatura exigente, que demanda concentración, que es infinitamente placentera, pero en términos de destreza en aplicación de literatura. Si pensamos en ese tipo de literatura el universo evidentemente se restringe.

La entrevista completa en el blog