Los Shapis: 40 años haciendo disfrutar al público al ritmo de la cumbia

El grupo emblemático de la cumbia peruana, lucha por materializar todo su encanto y se proponen virtualizar sus presentaciones asumiendo el reto de adaptarse cada día más a la tecnología; en ese sentido tenemos chicha para rato.
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Los Shapis, grupo musical ícono de la cumbia peruana. Foto GEC Archivo
Los Shapis, palabra quechua, que significa: hombre valiente, guerrero, elegantemente vestido, su palabra es ley; y que además es una danza guerrera tradicional de la provincia de Chupaca, (Junín) durante la Fiesta de las Cruces. Luego de debutar un 14 de febrero de 1981, en el coliseo regional de Huancayo, el grupo Los Shapis marcharían hacia una carrera exitosa, que hasta el día de hoy a pesar de de los problemas sanitarios por el Coronavirus, pueden hacer disfrutar a sus seguidores a través de la virtualidad. Los Shapis, ofrecen un sonido híbrido, que tiene tanto de los Andes como de la cumbia afrocaribeña. Con más de 20 álbumes editados en Perú, Chile y Argentina, y giras por Europa y casi todo América, la unión musical de Julio Simeón Salguerán "Chapulín el Dulce" y Jaime Moreyra sigue firme.
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Jaime Moreyra y Chapulin el Dulce, el duo de oro de la chicha. Foto GEC Archivo
La coincidencia de estos dos músicos se origina de una manera casual, pues ambos se encontraban en un etapa complicada de sus carreras artísticas; ya que a pesar de ser músicos, no tenían una agrupación y se dedicaban a trabajar en otros rubros. Luego de ese encuentro fortuito, decidieron ‘hacer algo juntos’ y se volvieron inseparables hasta el día de hoy, ambos han recorrido no solo cada rincón del país, sino que han visitado innumerables países alrededor del mundo.
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Los Shapis en uno de sus tantos periplos por tierras americanas. Foto Difusión
Así como los otros grupos de cumbia, Los Shapis habían iniciado este emprendimiento musical, con chalecos, camisas con bobos y pantalónes ceñidos; pero luego cambiarían de ese inicial look a los polos de manga corta, estampados sobre el pecho rojo, azul y naranja. Más adelante Los Shapis diseñarían su propia vestimenta, con mangas a tres cuartos y un degradé de colores sobre el pecho, donde subían en líneas paralelas del blanco, amarillo, naranja, rojo al azul; tanto los hombros como las mangas eran azules, y el pantalón y los mocasines eran totalmente blancos. De esa manera colorida, marcarían la diferencia de otros grupos musicales.
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Jaime Moreyra y Chapulin el Dulce, durante el homenaje a Los Shapis en un programa conducido por ‘La Chola Chabuca’. Foto GEC Archivo
Los Shapis se presentaban en cuanto escenario eran solicitados, sobre todo en la sierra central del Perú; pero la ola errante que llegó por esa época de crisis a Lima no solo trajo sus ganas de sobrepujar, sino la música de Los Shapis. Para el año 1983, después de haber pasado por distintos escenarios, el grupo conformado por Moreyra y Chapulín ya se presentaba en Lima con gran capacidad de convocatoria. El punto de quiebre fue, sin duda, la presentación en el estadio de Alianza Lima, donde Los Shapis abarrotaron el coloso con ese nuevo género llamado chicha, y donde resaltó un mano a mano con la orquesta Aníbal López y la única, muy popular por esas épocas.
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Jaime Moreyra y Chapulin el Dulce, invitados especiales en el programa de Gisela Valcárcel. Foto GEC Archivo
Entre sus éxitos musicales figuran ‘Chofercito’, ‘Borrachito Borrachón’, ‘La novia’, ‘Mal Amigo’ y su versión de ‘El aguajal’, entre otros. La popularidad les concedió también tener un programa televisivo ‘Chicha Clip’ y tal era el auge que cosecharon Los Shapis, que una productora de cine les propuso filmar una película y es así como nace el filme ‘Los Shapis en el mundo de los pobres’, cinta que fue un boom comercial en las principales salas de todo el país y con la participación de conocidas figuras de la televisión de esos años. En su recorrido por Europa, Los Shapis visitaron ciudades como París, Turín, Roma, Venecia y muchas otras ciudades importantes del viejo continente, sin contar que después tendrían una larga gira por casi toda sudamerica. Sin duda es un orgullo para el Perú tener buenos representantes de nuestra música chicha fuera de nuestras fronteras.


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