Kim Kardashian no sonríe. Tampoco su esposo, Kanye West. Su hijo Saint mira al vacío. Su pequeña North hace gesto de paz y esboza una risa casual, casi forzada. El último del clan, Chicago, ni siquiera sabe que lo están fotografiando para la posteridad y duerme de cara al sol.
Los retratos familiares dicen mucho, y el que publicó ayer la diva e 'influencer' estadounidense no fue precisamente el mejor. Y ella lo sabe.
Por eso, junto a la instantánea escribió: "No creo que entiendan realmente lo difícil que es tomar una buena foto familiar. Esto fue todo lo que obtuvimos antes de que los tres niños comenzaran a llorar. Creo que lloré también".
Pero los gestos de su familia no han sido lo único que ha llamado la atención de sus fanáticos. Cuando hicieron zoom a la imagen, notaron que la pequeña North estaba pisando a su madre y no desaprovecharon el momento para bromear que pronto le quitará su trono mediático.