Kim Kardashian y su esposo, el rapero Kanye West, esperan a su tercer hijo en enero del próximo año, afirmó el portal de espectáculos TMZ.
La pareja literalmente recibirá al bebé, pues contrataron un vientre de alquiler. Esta decisión ha sido tomada por los desprendimientos de placenta que la estrella de los realities de televisión sufrió durante sus dos primeros partos.
"Mi médico tuvo que meter todo su brazo en mí y separar la placenta con su mano, raspándola de mi útero con sus uñas. ¡Qué desagradable y doloroso!”, describió Kim Kardashian en su blog sobre el nacimiento de North, su primogénito, lo mismo sucedió dos años después, en el nacimiento de Saint.
TMZ ha asegurado que actualmente la madre gestante se encuentra en la semana 20 de embarazo y que el contrato sobre el vientre de alquiler establecía que el matrimonio pagaría a la mujer 45 mil dólares dividido en 10 mensualidades.
Por otro lado, se le solicitaba a la mujer restringir su actividad sexual en las semanas previas y posteriores a la inseminación, no entrar en saunas, no teñirse el pelo o beber más de una bebida con cafeína al día.