Marie Fredriksson, quien fue vocalista de Roxette, reveló que su “infierno” se inició luego que le detectaran cáncer. (Foto: AFP)
Marie Fredriksson, quien fue vocalista de Roxette, reveló que su “infierno” se inició luego que le detectaran cáncer. (Foto: AFP)

Redacción PERÚ21

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—reconocida por ser la voz principal de , el dúo sueco que compartía con su compañero y amigo Per Gessle— falleció este martes 10 de diciembre a los 61 años, según confirmó su gerente de prensa, Marie Dimberg.

La cantante padecía de un tumor en el cerebro desde el 2002. Fue el 11 de setiembre de ese año que todo cambio para ella y comenzó su “infierno”, según cuenta ella misma en su autobiografía titulada “Listen to My Heart”, que fue publicada este año.

Ese día, tras desmayarse en su casa, fue llevada a un hospital. En un principio, los doctores aseguraron que había sido una contusión; sin embargo, después le fue diagnosticada la enfermedad con la que lucharía por más de 13 años.

El tumor cerebral que le detectaron fue eliminado a través de una operación. Sin embargo, Marie debió ser sometida a radioterapia que dejó secuelas en ella y tuvo que volver a aprender a hablar, contar, leer o hacer cosas tan cotidianas como montar en bicicleta.

Durante un año, la artista sueca se aisló: no apareció públicamente ni tampoco ofreció conciertos, ya que las consecuencias del tratamiento en su cuerpo eran evidentes: experimentó problemas en el ojo derecho, auditivos, motores, de orientación y memoria.

En 2005, Marie Fredriksson reveló que había logrado derrotar el cáncer y dos años después volvió a los escenarios en solitario con su gira por Suecia llamada ‘Nu!’ (‘¡Ahora!’ en sueco). En 2011 retomó los conciertos con Roxette, pero su energía nunca volvió a ser la de antes: su voz se volvió más grave y solía cantar sentada desde una silla.

“Pasé trece años de mi vida bajo el estigma del dolor, pero nunca me di por vencida y no me voy a rendir. Voy a seguir peleando hasta que no pueda más. Fue un milagro que sobreviviera”, aseguró en el libro escrito por la periodista Helena Von Zweigbergk.

“Si uno no pasó por esto, no puede entenderlo (…) Las dificultades de la vida no terminan nunca. No se puede vivir sin dolor . Pero, aún así, también surgen momentos de felicidad como diamantes entre la grava, finalizó.

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