Brandon Johnson, el hombre que es señalado como el proveedor de drogas de Demi Lovato y es acusado de ser el causante de su sobredosis, habló por primera vez y culpó a la cantante de lo que ocurrió la madrugada del 24 de julio pasado.
Johnson aseguró en declaraciones exclusivas al portal TMZ, que Demi Lovato “sabía exactamente lo que estaba tomando” y por ello no se siente responsable de que estuviera a punto de perder la vida luego de ingerir lo que él le vendió.
El presunto dealer precisó que Demi Lovato lo contactó en la madrugada para la fuera a ver. Aclaró que a esa hora es difícil conseguir droga de buena calidad y de la que se puede encontrar, no es posible asegurar que tan buena puede ser.
“Me envió un mensaje a las 4 a. m. Hablamos, hicimos lo de siempre”, dijo inicialmente. “Le dije que eran píldoras de ‘after market’ y ella entendió lo que estaba tomando”, agregó y precisó que Demi Lovato sabía que iba a ingerir productos mucho más fuertes que los farmacéuticos.
Tras insinuar que tenía una “amistad sexual” con Demi Lovato —versión que ha sido desmentida por el entorno de la cantante a TMZ— Brandon Johnson quiso también mostrarse como una víctima más de aquella noche y como alguien que intenta a ayudar a los demás.
“No estoy aquí para lastimar a nadie. Ella me ama”, le dijo al paparazzi que lo interrogaba. “No sé qué había mezclado en las píldoras. Son cosas que pasan, desafortunadamente. Aún fumar puede lastimar a alguien", comparó.
Brandon Johnson indicó que cuando llegó a la mansión de Demi Lovato en Hollywood Hills, ella “estaba un poco borracha, nada fuera de lo común” y aseguró que se fue alrededor de las 7 u 8 de la mañana y la cantante estaba durmiendo sin signos de angustia.
Horas más tarde Demi Lovato fue hallada inconsciente, y tuvo que ser llevada al Cedars-Sinai Medical Center para ser atendida. Tras permanecer hospitalizada dos semanas, fue dada de alta e inmediatamente internada en un centro de rehabilitación para tratar su adicción a las drogas.