“Estuvo muy feo. Tengo entendido que había una restricción en ese momento; mi mamá tenía que dar un permiso para que yo pudiera ver a mi papá y según yo, la escuela sabia de ello. Mi mamá había hablado con la escuela para explicarles que, o pasaba Rocío, que era la nana; el chofer, Víctor o ella por mí, nada más”, recordó José Eduardo.