La 54 edición de entrega de los premios Grammy fue la segunda más vista en la historia de la ceremonia, ya que congregó a más de 39 millones de estadounidenses frente al televisor, según un informe de Nielsen.
La gala de tres horas y media en la que arrasó la británica Adele con 6 galardones, entre ellos el de mejor canción, mejor letra y mejor álbum, estuvo marcada por la muerte de la cantante Whitney Houston, quien falleció el último sábado en Los Ángeles por causas que aún se investigan.
El índice de audiencia de los premios musicales se incrementó un 41% respecto a la edición de 2011, en la que el programa fue seguido por 26,7 millones de televidentes, y fue el segundo más alto desde 1984, año en el que Michael Jackson se coronó oficialmente como el 'Rey del pop' tras lograr 8 gramófonos dorados con Thriller.
El súbito adiós de Houston contribuyó a generar interés en una ceremonia en la que se rindió tributo a la voz que popularizó el tema I Will Always Love You, además de que se esperaba la reaparición de Adele tras su operación de cuerdas vocales, el regreso de The Beach Boys y las actuaciones de Paul McCartney y Bruce Springsteen.
Los resultados de audiencia fueron incluso superiores a los registrados en la última edición de los Oscar que fue vista por 37,6 millones de espectadores.