Un George Michael delgado, débil y sin aliento dio las gracias, entre lágrimas, a los médicos de un hospital de Austria y a seguidores por ayudarle a superar una neumonía grave.
El cantante inglés dijo a los periodistas, en su casa ubicada en el barrio de Highgate, en el norte de Londres, que no debía hablar mucho y que seguía recuperándose de una traqueotomía.
"Tuve un estreptococo-algo… Es una forma de neumonía y (los médicos) se pasaron tres semanas básicamente manteniéndome vivo", dijo el artista, quien enfermó el mes pasado.
Tras estar internado en la unidad de cuidados intensivos, el músico de 48 años fue dado de alta el jueves del Hospital General de Viena. "Básicamente, fue el peor mes de mi vida, pero soy increíblemente afortunado de estar aquí", afirmó.
La prensa británica informó que miembros de su familia viajaron a Viena para estar a su lado. Él enfermó cuando cumplía una gira europea y se vio obligado a suspender varios conciertos.
Al ser consultado sobre si la experiencia cambió su vida, Michael dijo: "Absolutamente. Soy un hombre nuevo".