Mel B vivió durante años un infierno que prefirió callar por amor a su hija.
Mel B vivió durante años un infierno que prefirió callar por amor a su hija.

Redacción PERÚ21

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Pensó que el amor había llegado su vida, pero el matrimonio fue el inicio de un infierno que duró diez años. A mediados de marzo, la ex Spice Girl anunció su separación del productor Stephen Belafonte. Se dijo que tenían diferencias irreconciliables, pero nadie imaginaba qué pasó entre los dos.

El portal TMZ ahora ha revelado detalles de la relación. Belafonte la maltrataba física y psicológicamente.

De acuerdo con el citado medio, la ex Spice Girl, de 41 años, obtuvo una orden de restricción contra el productor tras acusarlo de haberla golpeado, obligado a mantener tríos con otras mujeres y amenazado con hacer públicos videos sexuales para dañar su carrera y reputación.

Belafonte debe abandonar el domicilio familiar en Hollywood Hills, California. La ex pareja tiene una hija de cinco años, Madison.

De acuerdo con la declaración de Melanie Brown, cada vez que ella tenía un logro profesional, él la golpeaba para "hacerle saber que él era quien mandaba". Los abusos empezaron en el primer año de su matrimonio, ya en 2007.

En los documentos legales obtenidos por TMZ, Mel B recuerda que en 2012, cuando iba a cantar a dúo con Usher en el programa X Factor, su ex tuvo un ataque de celos y la golpeó con el puño y le abrió el labio.

Un episodio similar volvió a ocurrir en el reencuentro de las Spice Girls en la clausura de los Juegos Olímpicos de Londres, cuando Stephen la golpeó y la obligó a tuitear que se había lastimado por caminar con tacones altos.

La cantante llegó a contar que su ex la obligaba a participar en tríos sexuales con otras mujeres.

La ex Spice Girl denunció que su ex marido dejó embarazada a su niñera, que finalmente abortó y a quien llegó a pagar USD 300.000 en concepto de "servicios extra" de su dinero.

Mel B aseguró que toleró estos actos violentos por diez años porque "la amenazaba con violencia y con destrozar su vida de todas las maneras posibles… con destrozar su carrera y con llevarse a sus hijos".

El estadounidense de 41 años negó las acusaciones en su contra, tras ser abordado por TMNZ: "Mi mente está realmente consternada por cómo esto va a afectar a nuestros hijos. Y en la oscuridad en la que ella está. Eso es todo, estoy en shock por esas alegaciones".

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