Con esa alegría que la caracteriza y sin dar pistas de que la procesión la lleva por dentro, nos recibió en las oficinas de Preludio (su productora) para contar el proceso que soportó tras ser diagnosticada de el año pasado. Eso no fue un impedimento para que Denisse salga adelante y continúe firmemente con su gran pasión: el teatro.

¿Cómo se siente ser la madre de los musicales en el Perú?
Es mejor la ‘dama de los musicales’ (risas). Me siento contenta porque, como género, está pasando por un buen momento y eso me hace sentir orgullosa. No debemos olvidar que Osvaldo Cattone fue el primero que se dedicó a realizar musicales y luego entró a la comedia. Años después, cuando yo regreso a vivir a Lima, porque hice una maestría de música en Estados Unidos, aposté por los musicales y ya voy como 20 años.

¿Fue muy riesgoso apostar por este género?
Al principio éramos los únicos locos y se decía: “¿Qué es un musical?”, así que el riesgo fue fuerte porque no era conocido. Pero cuando estás joven eres más aventada y te sientes dueña del mundo. Luego te encuentras con dificultades, pero eso me formó como una productora con carácter y ya no como la chica ingenua que soñaba hacer cosas. Sin embargo, el problema es que no hay muchas marcas que apuesten.

¿Cuánto dinero se invierte para realizar un musical?
Lo más barato que hemos hecho ha sido con US$80 mil sin contabilizar la publicidad. ¿El más caro? Fue el musical Chicago, con más de US$300 mil. A mí me apasiona mi trabajo y empecé esto porque soy artista, pianista, músico, actriz; entonces mi corazón está en el escenario. Luego me volví empresaria para poder gestionar los espectáculos.

Su carrera como pianista no continuó por una tendinitis. ¿Fue duro no poder lograrlo?
Eso fue triste porque tuve que dejarlo por una lesión bastante grave de nervios en la mano izquierda y eso cambió mi vida, porque había terminado mi maestría y estaba postulando a un doctorado. Eso significaba que me iba a quedar en Estados Unidos a trabajar como profesora. Hoy, la vida me devolvió lo mío por lo que estoy realizando con mi empresa Preludio.

¿Qué le parecen las puestas en escena de nuestro país?
Hemos subido mucho de nivel. La competencia es un elemento importante y es porque se preocupan de hacer una buena puesta en escena. No puedes poner cualquier adefesio. Ya se está educando al público para ver cultura y reclamar algo mejor. Por el lado del talento, el Perú es uno de los países de Latinoamérica donde mejores actores hay.

¿Aún hay pocos espacios para el teatro?
Nosotros no tenemos una calle dedicada a los teatros como en Argentina. No hay inversión para la infraestructura. Cuando estaba embarazada, hace siete años, me llamaron de la Municipalidad de Lima y me dijeron: “Te daremos una mala noticia. Cerraremos el Teatro Segura”, y sentí una contracción que me llegó hasta el corazón y tuve temor por mi embarazo. Fue como si mataran algo en mí. Los gobernantes no se dan cuenta de que la cultura nos hace mejores seres humanos.

¿Es cierto que Marco Zunino es su actor fetiche?
No es así, sino es mi partner, y tiene un perfil perfecto para determinados personajes. Para Cabaret, y no es que sea mi amigo, no veo a otro haciéndolo mejor que él. Este es el papel de su vida.

Pasó momentos difíciles. ¿Qué es lo primero que pensó cuando le diagnosticaron cáncer?
Así es. Ya tenía historias por mi familia que tuvieron cáncer de mama. Hace años, una de mis hermanas murió y a la otra se lo detectaron a tiempo y se curó. Entonces, yo me chequeaba dos veces al año, así que detecté a tiempo este tumor. Cuando me dieron la noticia entré en shock y le dije al doctor: “¿Ahora qué haré con mi telenovela?”, porque me hablaron de operaciones. Enfrentarlo fue bastante duro.

¿Cómo fue el proceso del tratamiento que llevó?
No hice quimioterapias, sino radioterapias, entonces no se me iba a caer el pelo. Fue agotador el tratamiento, fueron los meses más fuertes de mi vida. No soy una persona que cae en depresión fácilmente, pero esta vez sí me deprimí un poco. Estaba bien golpeada, pero no me quedé y seguí con la lucha.

¿De qué manera le explicó a su hija de siete años?
Yo he tenido mucho apoyo de mi hija Paloma, fue mi motor, y siempre me motivaba. Le expliqué que tenía una herida, como la tuvo su tía, y que ya me iba a sanar. Ella me acompañaba.

¿Cómo se siente ahora?
Con el cáncer hay que batallar siempre, pero salí airosa de mi primera lucha y espero que se quede lejos de mí y no me vuelva a tocar la puerta. Tengo que tomar una pastilla por siete años para la prevención. Hace poco tuve un susto porque me dio una neumonía y se pensó que saltó al pulmón. Pero no era eso, sino que, por la radioterapia, me había quemado un pedacito de mi pulmón. Eso me genera picazón y me produce tos seca.

¿Qué aconseja a las mujeres?
Siempre tienes que batallar. Les aconsejo que tengan un equilibrio y no victimizarse. Deben ir al médico si sienten algún dolor. ¡No se descuiden! De cáncer no moriré porque estaré atenta y, si aparece, lo ataco.

¿Qué otros proyectos tiene?
El domingo termino de grabar la película ¡Asu mare! 3 y ha sido un verdadero placer. Soy la madre del personaje de Emilia Drago, la típica pituca. Hay una escena muy bonita donde ‘Cachín’ (Carlos Alcántara) llega a conquistar el cariño de la suegra.

¿Le incomoda que la sigan estigmatizando como pituca?
¡No! Es comprensible, tengo facha, soy gringa, y yo no peleo con esas cosas. Así como me decía Melcochita: “Escoba fina”. Además digo: “Lo que no tengo de calle, lo tengo de correa”.

AUTOFICHA

- “Nací el 15 de abril de 1967, en Lima. El bonito recuerdo de mi infancia sucedió en la casa del malecón Balta cuando hubo una fotografía familiar, antes de que mi papá ya no esté en vida... Uno de mis tantos hobbies es practicar yoga. Eso me trasmite la paz que tanto necesito”.

- “Jamás aceptaría un cargo político. Con ese Congreso ¡me muero! Mi forma de ayudar es a través de las obras y las reflexiones. Con Déjame que te cuente resaltamos el amor de Chabuca Granda por Lima y en Cabaret se envía el mensaje de la impotencia contra la corrupción”.

- “Estoy contentísima con Cabaret. Las funciones están llenas todos los días y vamos hasta fin de mes. También nos presentaremos en provincias. El teatro de Upao nos está llevando a Trujillo para realizar dos funciones el 21 y el 22 de julio. Lo que buscamos es la descentralización de las obras”.