Chuck Norris demandó a 11 compañías farmacéuticas, a las que denuncia de haber envenenado a su esposa. Ella fue sometida a una resonancia magnética, para lo cual los médicos le administraron gadolinio, un agente químico de contraste, destinado a mejorar las imágenes del aparato.
Tras el examen, Gena Norris presentó debilidad, agotamientos, episodios de dolor intenso y una sensación de ardor. Los síntomas continúan 5 años después.
En la demanda se deja en claro que los fabricantes tenían conocimiento de los riesgos del gadolinio y no lo advirtieron a su esposa.
Además, la celebridad hollywoodense solicitó una reparación de US$10 millones luego de señalar que ha gastado millones de dólares en los tratamientos de recuperación de su cónyuge.
El gadolinio es un metal que se encuentra en los llamados agentes de contraste que se utilizan en muchas resonancias magnéticas.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) indicó, en mayo de este año, que no encontró evidencia de que el gadolinio retenido fuera dañino. Mientras tanto, una agencia de la Unión Europea llegó a la misma conclusión en julio pasado; sin embargo recomendó su suspensión como prevención.