Con 34 años dedicados al humorismo, es considerado uno de los mejores imitadores de nuestro país, pero también tiene otras aspiraciones: servir a la comunidad. Por eso dio su primer paso como precandidato a la Alcaldía de Lima por el partido Vamos Perú.

¿Por qué decidió ser precandidato a la Alcaldía de Lima?
Es por mi preocupación como ciudadano. El tema de la inseguridad es terrible, la delincuencia ha tomado las calles, incluso ha rebasado la autoridad y el transporte público nos estresa. Por eso quiero hacer algo por Lima. Justo recibí una propuesta del partido Vamos Perú y en mayo serán las elecciones primarias. Competiré con otros precandidatos y se definirá.

¿Cuáles serán sus propuestas?
La primera propuesta es decir la verdad. También cortar todo de raíz y eso es con la prevención. Me preocupa la salud mental porque vemos casos terribles como pedófilos o que un tipo con un bate le revienta el cráneo a otro. Ya estamos viviendo en una sociedad enferma. Otro tema es el de la alimentación, se necesita una política saludable. Lima no es solo infraestructura, sino quién se preocupa de la infraestructura de la salud, del alma, de los valores. Nosotros vamos más por lo social.

¿Cómo hará si no tiene experiencia en política?
Tengo 34 años de artista ganándome el pan con honestidad y haciendo humor político. Es obvio que soy conocido, pero vuelco mi experiencia como artista y por los trabajos sociales que he realizado durante años con un perfil bajo, como lo que pasó con El Niño costero en Piura, los albergues y aldeas infantiles que apoyamos.

¿Entrar en este campo perjudicaría su carrera como artista?
Lo he pensado muchísimas veces, pero también me pregunto: ‘¿Vamos a dejar las tareas a los políticos de siempre? Acaso no puedes salir tú y volcar tu experiencia. Ellos (los políticos) se reciclan, son falsos, hipócritas; por eso tiene que existir una nueva generación y para eso está la juventud. Hay que limpiar la política actual. Yo soy de los millones de personas que dicen que se vayan todos.

¿No teme que hurguen en su vida privada?
Hay muchos políticos que tienen más anticuchos que Grimanesa (anticuchería) y seguro me tratarán de dar golpes bajos, pero no tengo temor. Yo tengo el caparazón de los tortuninjas y sabré defenderme. Quiero invocar a una campaña con decencia y docencia. Ya estamos hartos de puñales, insultos y odios. Como anécdota, una vez en una sesión de fotos me dijeron: ‘Quítate la cadena, y que se te vea popular’. A mí eso no me gusta. Si me compré un reloj, una camioneta, es con mi trabajo, yo no he robado a nadie, no he trabajado para Odebrecht, ni soy corrupto.

Pero llevaste un proceso legal porque se dijo que recibías US$3 mil mensuales de parte del SIN cuando trabajabas en el canal del Estado.
Yo quedé absuelto de todo por la Corte Suprema y pocos lo saben. Lamentablemente hubo una persecución en la época del gobierno de Alejandro Toledo con ataques de desprestigio. Cuando me encontré con él, le pregunté por qué me perseguía y respondió que le habían contado que fui a la fábrica, como llamaban al SIN, pero eso nunca sucedió.

¿Qué opina sobre que aún recuerden su pasado naranja, por apoyar la campaña electoral de Alberto Fujimori?
Nunca he militado en ese partido. Fue un tema duro para mí porque hubo un alejamiento de mi público y me costó mucho recuperarlos a partir de la verdad. Al final me reconcilié con mi gente. Para mí ya es una página volteada.

¿Dejaría su carrera artística?
Si soy candidato, en la campaña no dejaré mi carrera artística porque de eso vivo. Pero si la gente me da el honor de ser alcalde, yo que no soy político y no estoy metido en cochinadas y tengo la voluntad de mejorar la ciudad, sí la dejaría porque tendría que dedicarme a trabajar por Lima.

¿Qué te parece el apoyo que recibiste de algunos artistas, entre ellos Jorge Benavides?
Le agradezco mucho. Jorge sabe que lo mío siempre ha sido el humor político, pero los artistas también podemos hacer cosas. Hemos trabajado ocho años juntos y hace poco me invitó a su programa El Wasap de JB y la pasamos bien, al público le gustó.

¿Volverán a trabajar juntos?
Me encantaría volver a trabajar con él, que de una vez ponga la fecha y nos vamos. Este año tengo contrato con Willax, pero conversar no es pactar, así que feliz de regresar en un programa con Jorge. La gente pide a la dupla.

¿Qué opina de los programas humorísticos?
No hay muchos. Solo está Jorge con El Wasap de JB, nosotros con Al diablo con la noticia en Willax, y algunas secuencias del programa de Ernesto Pimentel, así que sería lindo que vuelva. El especial del humor porque hay mucha carne. El pueblo debe reírse más.

Muchos comentan que se da preferencia a los realities, ¿cuál es su apreciación?
Lamentablemente, los anabólicos son más importantes que otro tipo de contenidos. La televisión es para entretener con medidas. No se puede proyectar una imagen en un reality donde se ignoren cosas básicas y eso sea motivo de burla, porque se deja el mensaje a la juventud de: ‘Eres burro, ganas un montón de dinero y cambias hembritas’. Eso está mal. Hay que autorregularnos.

¿Actuará en otra película?
Mi primera incursión fue en El buen Pedro y tuve el papel de un comandante de la Policía. Luego hice Hasta que la suegra nos separe. Lo que me gustaría hacer es una película con mis personajes políticos internacionales, pero eso lo veremos más adelante.

¿Sigue en pie la adopción?
Tengo como 200 adopciones. Tengo a mis niños del Hogar de Esperanza (Trujillo), a quienes les tengo tanto cariño. Les llevo su pollito a la brasa, vemos qué problemas tienen y que no les hagan más daño (lo dice entre lágrimas).

AUTOFICHA

* “Nací el 7 de enero de 1964 en Lima. Ya tengo 54 años. Llevé una infancia de clase media, pero hubo problemas porque mis padres se separaron. Eso fue muy duro para toda la familia y sufrimos bastante. Mi papá tuvo problemas de trabajo y con el alcohol, pero siempre estuvimos ayudándolo”.

* “Mi carrera comenzó el 25 de mayo de 1984 con Augusto Ferrando. Ahí comencé imitando a Mario Vargas Llosa, Alfredo Barnechea, Fernando Belaunde y Alan García... Los personajes más agradecidos son el ‘Padre Maritín’, ‘Natalia Mala Mala’, entre otros”.

* “Me gusta hacer mucho humor político. Antes realizábamos bromas muy subidas de tono, pero fuimos bajándolo. Me he autorregulado poco a poco con el tema de los golpes porque estamos viviendo en una sociedad con violencia y no podemos mostrar eso en forma de broma. Ya no llegamos a los excesos”.