Aceptémoslo, no iremos al concierto de Bruno Mars. Las entradas están agotadas, los revendedores no inspiran confianza y un aire de frustración se lleva las pocas esperanzas de cientos (sino miles) de fans que no podremos verlo esta noche en el Estadio Nacional.
La mañana de este jueves se dio a conocer el setlist tentativo con el que el artista norteamericano deleitará esta noche a sus seguidores, basado en las canciones que interpretó tanto en Brasil como en Argentina y que —es muy probable— repetirá en esta ocasión.
Sin embargo, al repasar la lista de temas que se han preparado para la velada de esta noche, todo verdadero fan puede sentirse un poco decepcionado al saber que hay temas que han quedado en el cementerio del olvido. Temas con el que lo amamos en cuanto su voz entró a nuestros oídos por primera vez.
Es por eso que, si no puedes ir al concierto esta noche, aquí te dejamos una lista de cinco canciones que seguramente los afortunados seguidores que ya ingresan por las puertas del Estadio Nacional no lograrán escuchar. Poca envidia para ellos.
Imposible no haber creído en aquel entonces que Bruno Mars estaba destinado a consagrase como cantante. Su primera colaboración tras ser productor, escribiendo diversas canciones para Flo Rida, Cobra Starship e inclusive Adam Levine.
La voz de un jovencito de 25 años surgía cuando aún MTV transmitía canciones y una nueva estrella nacía.
Y todos esperábamos a que nuevamente Bruno nos sorprendiera con otro tema. Nuevamente el hawaiano aparecía en colaboración con Travie McCoy y la potencia y el registro de su voz confirmaba el talento con el que carga.
Una buena voz y un piano son suficientes para componer una excelente canción. Y así lo demostró Bruno Mars con esta canción.
El desamor también es uno de los recursos que el cantante americano ha utilizado en diversos temas y en este, tuvo un resultado fantástico.
Y cuando creíamos que Bruno no podía sorprendernos, lo hizo otra vez. Una canción creada para todo aquel que cada mañana siente que no quiere hacer nada de nada.
El divertido video y la frescura de la canción hizo que rápidamente se convirtiera en el himno de muchos adolescentes.
Un despliegue total de su registro vocal y también musical. Bruno Mars nos demuestra que puede hacernos bailar, saltar, reír y llorar a lo largo de toda su producción discográfica. Un talento que aún tiene para muchos años más.