El concierto más esperado del año no decepcionó en lo absoluto. Pasión, entrega, energía, talento y carisma fue todo lo que se vio en el escenario del .

Horas previas al concierto de , miles de fans esperaban a las afueras:  esperando llegar al borde del escenario para estar lo más cerca al artista, mientras que los demás llegaban al coloso de José Díaz conforme pasaban las horas y las colas parecían interminables.

Una vez dentro, la banda telonera se hizo esperar, pero valió totalmente la pena. y D.N.C.E. abrieron el concierto de Bruno con un marco espectacular de gente que vibró con cada canción del ex-Jonas Brothers. Mejor inicio no se pudo dar.

Minutos antes de la presentación del artista principal, una lona blanca cubrió el frente del escenario y todo se oscureció. Las pantallas se encendieron y se pudo ver un mensaje que decía: "Esperaron tanto tiempo para esto y nosotros viajamos mucho para encender esta noche. ¡Quiero escucharlos gritar!"

La tela se soltó y develó el misterio. Vestido con una camiseta de béisbol con el logo 'Hooligans' y un short negro acompañado de una gorra, el hawaiano inició el show interpretando 'Finesse', acompañado de un asombroso juego de luces multicolores y fuegos artificiales que iluminaban el recinto.

Bruno Mars giró y saltó y pateó. Balanceaba sus caderas y se deslizaba por el escenario. La química junto a su banda se hizo sentir en cada paso de las canciones que interpretaban durante las casi 2 horas de concierto.

El Estadio Nacional retumbaba, la multitud enloquecía y entonaba cada canción, en cada uno de los grandes éxitos de Mars: "Marry You", "When I Was Your Man", "Just the Way You Are".

Al cerrar el concierto, todos fueron testigos de una magnífica interpretación de 'Uptown Funk'. Cerró así un gran espectáculo como solo Bruno Mars lo puede dar.