(Mario Zapata)
(Mario Zapata)

Redacción PERÚ21

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En los últimos años se ha lucido como el villano de las series televisivas, pero está dispuesto a seguir experimentando en la actuación.

¿Cómo describes a tu personaje de la telenovela Amor de madre?'Giovanni' era un chico tranquilo, de barrio, pero al juntarse con 'María Eduarda' (Vanessa Saba) se ha contaminado. Ella se aprovecha de él y lo corrompe para cumplir sus deseos.

¿Cómo fue tu preparación para asumir este personaje?Fue un poco difícil y tuve mucho temor porque venía de interpretar a un personaje fuerte como 'El Duque' (Mi amor el wachimán). Tenía que hacer un personaje más sencillo, ingenuo, sonreír mucho. Y tuve que bajar de peso.

¿Hoy cómo te identifican?Ahora me dicen 'Giovanni', aunque otros me siguen llamando 'El Duque'. Lo bueno de la TV es que basta un comentario para recordar muchas cosas. En la gente queda un personaje que no siempre es el mismo.

¿Cómo haces para interpretar a estos populares villanos?Los voy descubriendo. Mi gran prueba fue Mi amor el wachimán porque estuve con un personaje antagónico durante tres temporadas y me hizo sufrir muchísimo por la carga emocional. Me ayuda mucho ver películas y series para hacer mis personajes.

¿Y no te sientes encasillado interpretando a antagonistas?Es como se ha ido inclinando mi carrera hacia personajes antagónicos o villanos, pero siento que la gente lo disfruta. No me asusta seguir haciendo de villano, no me estoy encasillando porque en el teatro y en el cine hago algo distinto.

El actor Juan Manuel Ochoa ('El Jaguar') es un experto en roles del malvado de la historia. ¿Irías a uno de sus talleres?Sería una locura decir que Juan Manuel Ochoa no es un referente para los villanos en TV, y uno va absorbiendo de todo lo que ve. No he tenido la oportunidad de ir a uno de sus talleres, pero me gustaría.

¿Te molesta que tus personajes siempre sean de barrio?Eso es bacán para mí, la fuerza del país está en los provincianos. Hace 15 años yo vivía en Huaral, ayudaba a mi padre en su ferretería. Le traían miel de abeja y yo la vendía. Por eso nutro a mis personajes de las experiencias que he vivido.

Por Tomás Chávez (tchavez@peru21.pe)

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