Conferencista y empresario argentino. (Foto: Marco Ramón)
Conferencista y empresario argentino. (Foto: Marco Ramón)

Le pregunto qué querías para tu vida cuando eras adolescente. “Mucho dinero”, me responde sin culpas ni murmuraciones. Mauricio Benoist nació en Resistencia, provincia del Chaco; una de las regiones más pobres de Argentina.

Hoy asegura que es millonario. Es empresario del sector construcción, importador de joyas, dueño de una microfinanciera, alista su marca de ropa y planea abrir un hotel. Además, es conferencista con alrededor de tres millones de seguidores en las redes sociales. Precisamente, está en Lima para presentar ‘It’s workshop. Emprendimiento y cambio’, charla que ofrecerá los días 21, 22 y 23 de febrero, en el Centro de Convenciones María Angola.

Quería ser futbolista porque le gustaba y para ganar dinero. Fue arquero. El fútbol de la segunda y tercera división argentina no le dio los millones que soñaba, pero fue su visa para migrar a México y ser coordinador deportivo en Los Dorados de Sinaloa, donde también estuvo Pep Guardiola y Diego Armando Maradona. Fue por seis meses y hoy, más de 10 años después, está casado con una sinaloense y tiene dos hijos nacidos allí. “Me siento más mexicano que argentino”, me dice con un notorio acento mexicano.

¿Cómo llegas al fútbol?

Estuve en Gimnasia de la Plata, donde está Maradona. Jugué hasta reserva. Después fui a Chacarita y a otros equipos. Mi carrera fue muy corta, pero me tocó jugar contra jugadores como Maxi Ayala e, incluso, contra Gareca, cuando dirigía a Talleres.

¿Dirías que uno de tus primeros retos en la vida fue ser arquero con una talla no muy propicia para serlo?

Sí, fue lo más duro. Siempre me han dicho que no podía ser arquero. Era muy rápido y fuerte, pero me di cuenta de que a medida que iba subiendo de edad, retrocedía. Y dije “esto no es lo mío”.

¿La talla fue la razón por la que no seguiste en el fútbol?

Sí, porque técnicamente era bien dotado. Me tocó competir contra Palermo en un amistoso, y no puedes competir contra un Palermo de 1.95 m. que salta metro y medio. Yo no pude. Yo era bueno, pero no era diferente.

¿Aceptar quien eres es el primer paso en la vida?

Para mí fue importante mirarme al espejo y darme cuenta de que yo no iba a hacer algo grande en el fútbol. Soy bien ambicioso.

¿Por qué es importante tener mucho dinero?

Para eso trabajamos, para generar un capital y vivir bien el resto de nuestra vida. Si no tienes mucho dinero, tienes que trabajar hasta los 70 u 80 años, y depender del Estado. Yo no quería depender de nadie y en el fútbol no me iba a volver millonario. No me da miedo decirlo y trabajo enseñando a la gente a ganar dinero.

Algunas voces dirán que el dinero, al final, no sirve de mucho porque no te lo puedes llevar a la tumba.

Pero vas a vivir ochenta años y puedes vivir como rey o reina (risas); de la otra manera, vivirás ochenta años pero trabajando nueve horas al día. Y yo, a mis 36 años, he viajado por casi todo el mundo. Y no lo digo por presumido sino con mucha humildad. Trato de hacerle entender a la gente que todos tienen el potencial de lograrlo, lo único que necesitan es estudiar y prepararse.

¿Cómo logras, estando en Los Dorados de Sinaloa, cambiar de rubro y empezar a ganar más dinero?

A los ocho meses que llegué, conocí a muchos empresarios de quienes me hice personal trainner. Me abrió mucho la mente.

¿Qué aprendiste?

Que tenía que ser empresario. Una vez me invitaron a comer carne asada en un yate, en el medio del océano. Ese día dije: esta es la vida que yo quiero. El primer paso fue estudiar. Y lo hice en un centro de alta gerencia, conocí otros empresarios, estudié coaching, PNL, neurociencia. A los 30, empecé a dar cursos y hoy somos una de las marcas más reconocidas en temas de capacitación.

¿La ambición también no hace que perdamos el foco?

Los latinos le tenemos mucho miedo a la palabra ambición. Lo que trato de provocar en un emprendedor es que trabaje durísimo cinco años, sea autoempleado de su negocio; y luego que se transforme en empresario, te sales de ahí y tu equipo dirige la organización. Yo a la oficina no voy, trabajo cuatro horas diarias, monitoreo y busco a mi hijo a la escuela, juego con él y mi hija, juego tenis, me voy de vacaciones seis a siete veces por año.

¿Cuál es la clave para lograr en cinco años tanto éxito?

Primero, venir a mi workshop (risas). Tienes que saber de finanzas, marketing, sistemas, procesos, protocolos, contratación, etc. Cualquiera es emprendedor pero no cualquiera es empresario. El peruano tiene una virtud: se tira al agua y después ve cómo le hace. Pero tirarse a un negocio sin nada de herramientas es muy peligroso.

Usas la expresión pobre de mente. ¿A qué te refieres?

Es una persona limitada de pensamiento, que dice: “no se puede”, “está difícil”, “la política tiene la culpa”, “no vengo de una familia de dinero por eso no tendré dinero”, es un emprendedor que no contrata, que no quiere invertir.

¿No pensar en ser millonario es ser pobre de mente?

Yo creo que sí. Todos tenemos el potencial para ser millonarios. No nos han educado para pensar así, tenemos miedo. ¿Por qué una persona no quisiera ser millonaria? El dinero sana enfermedades, el dinero educa. Pensamos que el rico es soberbio, ladrón y mentiroso, pero también hay pobres mentirosos, soberbios y ladrones. Hay que ser ambicioso, no avaricioso.

Bueno, faltan millonarios con valores.

Mi filosofía es formar un millón de ricos nuevos con valores.

¿Hoy eres millonario?

Totalmente.

Después de ser millonario, ¿qué más?

Más millonario, billonario (risas). Lo que sigue es tratar de ayudar a mucha gente.

AUTOFICHA:

- “Soy Mauricio Nicolás Benoist. Nací en Resistencia, Chaco, Argentina. Es una ciudad chiquita, al norte, muy humilde, como a 12 horas en carro de Buenos Aires. Mi padre fue comerciante toda su vida, pero ya falleció. Mi mamá fue abogada. Tengo 36 años”.

- “Estudié Educación Física y luego Administración de Empresas. Fíjate que sí quisiera tener un equipo de fútbol. Me motiva quizás dirigir el equipo de donde nací: Chaco For Ever. También soy hincha de Boca Juniors. Me gustaría meterme, algún día, al mundo futbolístico”.

- “Tengo un audiolibro y dos libros físicos. Y si Dios quiere, el 30 de mayo quiero sacar otro libro sobre liderazgo. Para este año, tenemos eventos en, más o menos, 10 países. Además, tengo una constructora, una microfinanciera, importo joyería, lanzaré mi marca de ropa y quiero tener un hotel”.