Son muchos los peruanos que quieren emprender empujados por la necesidad de la independencia y mejor manejo de sus tiempos. La idea del negocio propio para el beneficio directo es atractiva. Sin embargo, hay aquellos que buscan emprender pero para ayudar a los demás, esto es emprendimiento social 

¿Qué es el emprendimiento social? ¿es sostenible? ¿en qué consiste? Conversamos con el profesor Javier García-Blasquez, coordinador del premio 'Protagonistas del Cambio' de la y experto en temas de emprendimiento y responsabilidad social, para que nos brinde más información al respecto. 

Primero, ¿qué es emprendimiento social y cómo se diferencia del emprendimiento regular?

-El emprendimiento social consiste en una iniciativa que va generar una transformación en la comunidad. Esta iniciativa puede estar ligada a la salud, educación, inclusión social, desarrollo económico, etc.

Hace algunos años la gente pensaba que el emprendimiento social era sinónimo de filantropía o de voluntariado pero eso ha venido evolucionando.

El emprendimiento regular se gesta porque una persona encuentra una oportunidad de negocio y desea encaminarse a esta utilizando sus conocimientos, sus recursos, su capital y se lanza para hacer una empresa que le va permitir un desarrollo financiero en lo que fuese.

El emprendedor social es inicialmente motivado por otro espíritu que lo hace pasar de la indignación a la acción. Muchas organizaciones nacen con esa indignación para transformar una realidad que nadie está asumiendo. 

Pero, ¿cómo se vuelve sostenible? ¿cómo generan ingresos?

-Para poder generar una sostenibilidad de ese modelo empresarial se debe buscar brazos financieros.

Hay emprendimientos sociales enfocados en el desarrollo económico de la mujer en los cuales se puede ayudar a combatir la violencia pero también generar ganancias.

Por ejemplo, muchas mujeres que sufren de violencia están subyugadas al manejo financiero de la pareja, si se le da independencia a través de un modelo de negocio, por ejemplo a través de una asociación de tejedoras, tendrán independencia financiera.

El emprendimiento social es más lento porque se deben buscar estrategias correctas pero sin desviarse de los propósitos que los hizo formarse, la idea es encontrar el vehículo que los haga sostenibles en el tiempo.

¿Cómo hacer atractivo el emprendimiento social a los bancos o financieras?

-En toda la línea de bancos, los emprendimientos tienen una tasa muy alta de costo financiero por el altísimo riesgo que hay, en un emprendimiento social es aún mayor.

El pitch (presentación) que la empresa le vende a la banca es altamente emocional y algunas veces tiene muy poca solidez, es justamente por eso que muchos emprendimientos se derrumban con el tiempo.

Por ello cuando se acaba la energía para hacer algo en serio es cuando aparecen programas como 'Protagonistas del Cambio' que busca  darle a este emprendimiento solidez y estructura académica para que pueda escalar.

La pasión es un motor que los va a mover, la indignación es el combustible pero van a ser los aspectos académicos, la estructura formal, la visión empresarial lo que les dará sostenibilidad en el tiempo.

Programas como el nuestro preparan a estos emprendimientos para que a la hora que busquen un préstamo no solo apelen a lo emocional sino que tenga tal estructura que el banco se de cuenta que quieren generar un transformación real.

Desde el Estado se da un apoyo al emprendimiento regular a través de agilización en los trámites,. en el caso del social ¿sucede lo mismo?

-Al comienzo del gobierno de Pedro Pablo Kucyznski, el Ministerio de la Producción convocó a una mesa de emprendedores que se agrupó en cuatro espacios que se agruparon en emprendimientos de alto impacto o startups, emprendimientos de exportación, para el comercio interno y finalmente, emprendimientos sociales.

Hubo tres reuniones, se nos convocó al Consejo de Ministros y bueno, ahí quedó y se acabó todo. Corremos solos en esto. 

Coméntanos más sobre este conruso 'Protagonistas del Cambio' de la UPC

-Las inscripciones comienzan este 10 de abril hasta el 16 de junio, se va a viajar a 10 regiones para poder hacer entender a los jóvenes que pueden escalar su movimiento o iniciativa a un emprendimiento social. 

Hay tres requisitos que son fundamentales para participar: el líder debe tener entre 18 y 29 años; el segundo es que el emprendimiento debe tener un alto impacto social y el tercero es que tengan la capacidad de demostrar de que hace 6 meses están desarrollando el emprendimiento.

Me gustaría enfatizar que no hay ningún prerequisito sobre el grado académico. Es decir, no importa si tienes estudios o no. Además, se debe destacar que el premio cubre todos los gastos de los participantes porque lo que importar es apoyar a los emprendedores sociales que están haciendo cambios o transformaciones para nuestro país.

En una primera etapa se trae a Lima a los 20 finalistas, se les capacita para que puedan hacer un pitch (presentación) de alto impacto al jurado, luego regresan a sus regiones después de esta sustentación. 

En la segunda etapa se hace el anuncio de los 10 ganadores. Ellos regresan a Lima y se les dará como premio capacitaciones en emprendimiento y en habilidades para que tengan éxito. Se les dará cursos virtuales gratuitos, una mentoría por un líder del ecosistema de su rubro y un capital semilla de US$2,000.