Tres estudiantes participaron en el proyecto de los docentes. (Nancy Dueñas)
Tres estudiantes participaron en el proyecto de los docentes. (Nancy Dueñas)

Redacción PERÚ21

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Fabiana Sánchez (fsanchez@peru21.com)Los trabajos en equipo pueden traer grandes resultados y satisfacciones. Esto lo tienen claro José Luis Solís, Mónica Gómez, Carmen Uribe, Elsa Roca, Marco Bráñez y Dora Maurtua, quienes ganaron la quinta edición del Premio a la Investigación Profesional en Ingeniería.

La idea del proyecto "Textiles antimicrobianos funcionalizados con nanopartículas" nace de la doctora Mónica, quien juntó a José, Carmen, Elsa y Marco, todos docentes de la Universidad Nacional de Ingeniería (), para que participaran en un concurso del Instituto General de Investigación de la UNI, que daba un financiamiento a la iniciativa ganadora.

Según cuenta Carmen Uribe, el dinero ganado les permitió empezar la propuesta multidisciplinaria a la cual se integró Dora Maurtua, profesora de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. "Cuando trabajas con otras personas, puedes fortalecer tus ideas y aprender nuevas cosas", asegura.

La experta señala que al principio fue complicado, sobre todo por el tiempo que demandaba la propuesta. Sin embargo, refiere que "tuvimos la suerte de que nuestros familiares nos apoyaron a pesar de que dejamos de compartir algunos momentos con ellos".

LA INICIATIVACarmen explica que con el proyecto que han desarrollado se reduce e inhibe el crecimiento de diversos microbios en los textiles. "Las fibras textiles de algodón en contacto con la piel poseen un adecuado ambiente para la incubación de microorganismos, como bacterias y hongos, que se contagian a otras personas. Nosotros logramos interrumpir la ruta o vía de transferencia de estos virus", comenta.

Una de las satisfacciones que les ha traído la iniciativa, refiere la emprendedora, es el saber que contribuyen al mantenimiento de la sanidad en los ambientes hospitalarios, restaurantes u otros lugares que empleen estas vestimentas.

"Nosotros estábamos confiados en que seríamos finalistas del concurso de Graña y Montero, pero, cuando ganamos, no lo podíamos creer", relata. El premio se creó hace cinco años como parte de una política de responsabilidad. Los expertos evalúan aplicar su investigación en otras industrias, como la del papel.