Yoel Chlimper lidera Lucha.
Yoel Chlimper lidera Lucha.

Está sentado en el estadio municipal de Urquillos, en , bajo el cielo azul del apacible valle cusqueño. Mira cómo 20 niños y niñas, entre 7 y 12 años, juegan al fútbol, y recuerda cuando él quiso ser arquero profesional. “Pero me quedé chato”, dice.

El valle es su centro de operaciones, desde donde hace teletrabajo y da entrevistas. Estancia que está en consonancia con el propósito empresarial que profesa desde Lucha, la plataforma que gerencia, una cantera para el nacimiento de sociales. “Estoy seriamente pensando qué tipo de proyecto podríamos hacer para que más niños aprovechen el deporte como una manera para desarrollarse”, me dice.

El abuelo, que este año cumple 99 años, fue empresario, al igual que el padre. Y Yoel Chlimper lo es desde los 20 años. Desde Lucha también lidera WUF, una empresa que busca construir un mundo mejor para los .

“Cuenta con un compromiso mío ahorita para que, cuando volvamos a hablar en un año, te pueda dar algún adelanto de una empresa social que estemos creando vinculada al deporte”, promete el empresario de 31 años, con la mirada puesta en la cancha de , una mano en el celular y los sueños en las alturas.

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-Antes de la pandemia diste una charla TEDx y hablaste del éxito más allá de lo material y estadístico. ¿Ha cambiado en algo esa visión?

La pandemia ha redoblado nuestra mirada: con nuestro tiempo, lo que tenemos que hacer es trabajar para generar un impacto positivo. La pandemia ha puesto en evidencia las desigualdades, los problemas sociales, el sufrimiento del medio ambiente. Si la pandemia no te ha sensibilizado, es porque no has estado prestando atención.

-Entonces, definamos el éxito hoy.

El éxito es poder estar vivo, disfrutar la vida. Para todos, en mayor o menor medida, es un privilegio estar vivos y estar acá. Hay que aprovechar ese tiempo que nos toca en la Tierra para hacer el bien y en el camino divertirnos. Si antes de morir podemos decir que hemos estado tranquilos, hemos disfrutado el camino y hemos hecho el bien, es un tremendo éxito.

-Una idea que se ha reforzado en la pandemia es que, de alguna forma, todos somos empresarios o emprendedores. ¿Es cierta esa premisa?

Yo creo que sí. La pandemia ha removido el sentido de libertad que tenemos de hacer con nuestro tiempo lo que queremos y no lo que la sociedad manda. A veces necesitamos un remezón externo para darnos cuenta de que tal vez no somos felices en ese trabajo o que emprender en algo en que creemos es una mayor fuente de alegría y de propósito para nuestras vidas.

-¿Qué es hacer empresa?

Hay grandes paradigmas. Uno antiguo, que ya cumplió su rol en la humanidad, que es el paradigma de generar rentabilidad a como dé lugar sin importar si se generan externalidades negativas sociales o ambientales, sin importar que si lo que consumen nuestros clientes les hace bien o no, y hasta engañando con la publicidad; ese capitalismo tradicional ha generado cosas muy buenas, ha sacado adelante naciones enteras, ha eliminado enfermedades, pero en un contexto como el actual, tenemos que pasar a un nuevo capitalismo, a un capitalismo consciente con uno mismo, con mis colaboradores, con el medio ambiente, con mis clientes, a quienes no les voy a mentir; ese nuevo capitalismo es el que se está abriendo paso ahora y que, estoy seguro, ayudará a resolver los grandes problemas sociales y ambientales que hoy están por todos lados.

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-¿Cómo es el viejo capitalismo que debe desterrarse?

El capitalismo egoísta, el capitalismo salvaje, el capitalismo que miente, el capitalismo que explota, que incumple las normas, el capitalismo que cree que porque paga impuestos ya hizo su trabajo. Pero la creatividad capitalista, las ganas de competir y ganar, las ganas de ser mejor son valores capitalistas que tienen que mantenerse. Hay que poner a las empresas al servicio de los objetivos de la humanidad.

-Dices que Lucha fabrica empresas. ¿A qué te refieres?

Lucha es un movimiento y cualquiera puede ser parte, no hay carné de entrada. Tenemos varias actividades, entre ellas una fábrica de empresas donde investigamos, diseñamos y piloteamos proyectos continuamente, haciendo experimentos empresariales, tratando de resolver algún problema ambiental. Por ejemplo, ahorita estamos trabajando un proyecto de reforestación en Madre de Dios, también en un proyecto para ayudar a los migrantes venezolanos. Y una vez que encontramos un experimento que es exitoso, fundamos una empresa con el apoyo de inversionistas y un equipo dedicado, y fabricamos una empresa en la que el planeta invertiría, que es una manera de decir, a nivel filosófico: una empresa que le conviene a la Tierra; en lo concreto, nos referimos a una empresa diseñada en el marco de los objetivos de desarrollo sostenible escritos por las Naciones Unidas.

-¿Cómo atreverse a soltar el trabajo fijo y seguro por la aventura de la empresa propia que no generará ganancias en los primeros meses pero que es parte de nuestro sueño?

Es algo que se tiene que ir haciendo de a pocos. Desde Lucha vamos a trabajar mucho en los próximos años para que cada vez más gente pueda ser parte de esas empresas rentables para el planeta.

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-¿Sientes la responsabilidad de reivindicar la figura del empresario peruano?

Yo no diría reivindicar porque no soy nadie para juzgar el pasado. No estuve ahí y no podría exigir más criterios de sostenibilidad a ese pasado. Más que reivindicar, diría contribuir a formar empresariado hacia algo más consciente. Queremos hacer bien nuestro trabajo y ojalá que otras personas que quieren hacerlo como nosotros se sumen.

-¿Estar en Urubamba mirando un partido de fútbol de niños es una forma de tocar el éxito?

Por lo menos, me siento feliz, que es lo más importante.

AUTOFICHA:

- “Soy Yoel Chlimper Celis, tengo 31 años. Estudié Economía en la Universidad del Pacífico. Fui parte de un programa de Harvard Business School en el Perú. Pero me animaría a decirte que el grueso de mi aprendizaje vino por el ensayo y error que he podido tener en la práctica”.

- “Actualmente, estoy 100% dedicado a Lucha, donde soy gerente general y cofundador. Mi empresa WUF, que es parte importantísima de mi vida, la hemos integrado a Lucha, con lo cual todos los proyectos nuevos que estamos haciendo en Lucha también aprenden de WUF”.

- “En la web hay un formulario para que todas las personas que tengan ideas o quieren ser parte puedan inscribirse, y también en nuestras redes sociales: en Instagram tenemos una página que se llama lucha.movimiento, y ahí recibimos ideas. Mi proyecto de vida es sacar adelante Lucha”.

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