La primera ministra británica, Theresa May, se juega sus últimas cartas ante la Unión Europea. (Foto: AFP).
La primera ministra británica, Theresa May, se juega sus últimas cartas ante la Unión Europea. (Foto: AFP).

Con la negociación del en punto muerto, la primera ministra británica,, se reúne este miércoles con sus pares europeos. Se esperan nuevas propuestas para desbloquear una discusión encallada en cómo evitar el retorno de una frontera en la isla de Irlanda.

"Todavía hay una posibilidad para alcanzar un acuerdo de salida bueno y viable", dijo ante su parlamento la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel. No obstante, advirtió que se preparan "para todas las hipótesis", incluida la temida marcha de Reino Unido sin acuerdo.

La idea de prolongar de un año el período de transición acordado con Reino Unido tras el divorcio en marzo, hasta el 31 de diciembre de 2021, planea en la UE como una opción para lograr una solución definitiva para Irlanda y para cerrar la futura relación comercial.

El negociador europeo Michel Barnier indicó que "la parte europea está dispuesta a dar más tiempo durante el período de transición para encontrar una solución alternativa" a la que está actualmente sobre la mesa, dijo a la BBC el canciller irlandés Simon Coveney.

Fuentes diplomáticas europeas indicaron que es "una de las opciones", pero precisaron que no está formalmente "sobre la mesa". Para una de ellas, podría "suponer un problema político" para Londres, ya que debería respetar durante más tiempo algunas reglas europeas sin tener derecho de decisión.

Los británicos deben poner fin a más de cuatro décadas de pertenencia al proyecto europeo el próximo 29 de marzo. Para entonces, ambas partes deben finalizar el acuerdo de divorcio, otro relativo al período de transición y una declaración política, jurídicamente no vinculante, sobre la futura relación.

'Propuestas concretas'

El tiempo apremia. Aunque la UE había fijado esta cumbre como la de "la hora de la verdad", los negociadores quieren alcanzar un acuerdo como muy tarde en noviembre para dar tiempo a su ratificación por parte de la Eurocámara y el Parlamento británico.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, acentuó la presión el martes sobre la primera ministra británica, a quien pidió nuevas "propuestas concretas" para desbloquear la negociación.

Ambos se reunirán a las 15:45 (GMT), antes de que May, presionada por el ala euroescéptica de su Partido Conservador, tome la palabra ante sus 27 pares. "Está impaciente por tener una conversación cara a cara" con Tusk, pero ya "ha dado a conocer su posición", dijo la portavoz de la mandataria.

La cuestión de cómo evitar la reintroducción de una frontera clásica entre la provincia británica de Irlanda del Norte y su vecina Irlanda, preservando a su vez el acuerdo de paz de Viernes Santo de 1998, sigue siendo el principal escollo.

Ambos acordaron en diciembre que, a falta de una mejor solución, Irlanda del Norte continuaría en la unión aduanera y en el mercado único europeo para mantener la fluidez en la frontera entre ambos territorios, un 'backstop' que Londres rechaza ahora.

Para el gobierno británico, este escenario comprometería su integridad territorial, al crear una barrera administrativa entre su provincia norirlandesa y el resto del país. La solución final podría estar en la futura relación comercial.

Mientras tanto, las propuestas de Londres, como la de crear un "arreglo aduanero temporal", no logran convencer a la UE, que ve en ellas un intento de obtener un "acceso a la carta" a su espacio económico, algo que podría romper su mercado único.

El mercado único europeo se fundamenta en cuatro libertades indivisibles, entre ellas la libre circulación de ciudadanos europeos, un principio duramente criticado por los partidarios del Brexit durante el referendo de 2016.

¿Un acuerdo en las próximas semanas?

Los europeos se preparan así a una eventual marcha de Reino Unido sin acuerdo, contra la que advirtieron instituciones económicas como el Fondo Monetario Internacional, ya que este escenario es "más probable que nunca", dijo Tusk en su carta de invitación a la cumbre.

Los europeos aceleran los preparativos para enfrentar las consecuencias de un Brexit sin acuerdo, si bien ya reservaron un fin de semana de noviembre para celebrar una cumbre extraordinaria y llegar a un acuerdo en el tiempo de descuento.

La decisión sobre si convocan esta reunión deberían tomarla este miércoles, pero el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, ya advirtió que, si tiene lugar, no será "por gusto", sino "para concluir un acuerdo de retirada, incluyendo un 'backstop' [red de seguridad] para Irlanda".

Respecto a Gibraltar, un territorio británico cuya soberanía reclama su vecina España, el protocolo previsto en el acuerdo de divorcio estaría ya terminado, aunque "nada está cerrado hasta que todo esté cerrado", según una fuente diplomática.

España, que puede vetar la aplicación de los acuerdos sobre el Brexit a este territorio, negocia todavía en paralelo otras cuestiones como su política fiscal y medioambiental, así como la gestión del aeropuerto gibraltareño.

Agencia AFP