“Paradójicamente, si bien la tecnología que de cierta forma puede poner en riesgo puestos de trabajo (debido a estos impases), ha permitido, en estos tiempos de pandemia, que más de una empresa pueda seguir funcionando de forma remota. Además, las reuniones virtuales implican exponer la intimidad ante una cámara y muchas veces desencadenan un desgaste físico, psicológico y emocional”, refiere Gabriel Dondero, gerente regional de desarrollo de Visma.