Las limitaciones ocasionadas por la pandemia del COVID-19 en el transporte marítimo y la rápida reactivación de las economías han originado una alta demanda de productos; además la poca capacidad de los buques, el cierre y congestión de algunos puertos en Estados Unidos y China, agravaron aun más la situación.
David Tinoco, profesor de la carrera de Ingeniería Industrial y Comercial de la Universidad ESAN, explicó que la cadena de suministro inicia con la actividad que el proveedor desarrolla para cumplir de forma oportuna con la atención de su cliente, y que en un gran porcentaje son materiales importados.
“El cierre de los puertos implica que dicha cadena se bloquee, perjudicando las operaciones de todo el sistema productivo, comercial y de servicios”, detalló.
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“Si los puertos están cerrados, todo esto se paraliza con las consiguientes pérdidas en toda la cadena de suministros y el descontento de los clientes en general. Esto es muy grave para la economía y la cadena de pagos”, afirmó el especialista.
El docente de la Universidad ESAN, recomendó a las empresas buscar otros canales de comercialización que les permita poder importar sus productos, u optar por el aprovisionamiento de materiales para el período de cierre de puertos, a fin de minimizar la pérdida de los productos perecibles por el retraso en el embarque.
Por su parte, Augusto Choy, director de la carrera de Ingeniería Industrial y Comercial de la Universidad ESAN, indicó que las empresas que se ven directamente afectadas con esta situación son aquellas que requieren de insumos importados para el desarrollo de sus productos y en el mercado nacional esa lista es bastante amplia principalmente en los sectores relacionados a la panificación, plástico, metalmecánica, confecciones, calzado, entre otros. Además de los exportadores de productos perecibles como palta, uva, espárrago, alcachofa y todos los productos no tradicionales en general también resultaron perjudicados.
Asimismo, manifestó que para no perjudicar a los consumidores con el alza del precio de los productos por el cierre de puertos, las compañías deben desarrollar un proceso orientado a mejorar la calidad de sus procesos, impactando con un menor costo de producción e incrementando su productividad, así como la rentabilidad, lo que ayudaría a mantener los costos ofrecidos al consumidor sin que estas se perjudiquen.
“Los empresarios deben buscar fuentes alternativas para los insumos y vías adicionales para obtener los recursos necesarios para la producción”, puntualizó.
Sobre la advertencia de proveedores a nivel mundial acerca de la posible escasez de productos durante las fiestas navideñas, Choy recomendó generar nuevas propuestas que no tengan la imperiosa necesidad de emplear insumos importados, diseñar un cambio en la forma de desarrollar sus productos, ser más creativos e innovadores para generar nuevos productos con insumos nativos que estén cumpliendo con las expectativas del mercado.
“Ante la necesidad, es necesario desarrollar soluciones creativas e innovadores que permitan salir adelante a los empresarios”, finalizó.