Tiene 57 años, dice no haber cambiado su gusto y encanto por la comida peruana. Nació en Lima y estudió en la PUCP. Su habilidad de aprovechar las oportunidades lo llevó a ascender de practicante en Toyota del Perú, “sacando copias y haciendo infinidades de cosas”, como afirma, a CEO para América Latina y El Caribe de Toyota. Rafael Chang habla sobre Toyota, lo que se viene y el Perú.
¿Cuáles fueron los hábitos, cultura y creencias que lo llevaron a la posición en la que está?
Uno de los principios de la filosofía de Toyota es el desafío con desarrollo. Ingresé a Toyota del Perú en 1994 y, en 1996, tuve la oportunidad de viajar a Japón para conocer de cerca la cultura de la empresa y la japonesa. Tengo raíces japonesas por parte de mi madre y crecí muy vinculado a su familia. Siempre he sido una persona que aprovecha las oportunidades, por lo que regresé a Japón en 2011 y permanecí allí cuatro años. Luego, en 2015, me ofrecieron asumir un reto en Venezuela, en un contexto particularmente complejo. Llegar a donde estoy ha sido resultado de varios factores. Desde la empresa, su enfoque en el desarrollo de las personas, la generación de oportunidades y la constante búsqueda de desafíos. Desde lo personal, estar preparado para cuando la oportunidad llegue y, sobre todo, decidir dar el paso.
¿Qué implica liderar Toyota de América Latina y el Caribe, considerando la magnitud de la operación?
La escala de la operación es relativamente grande; por ello, cuento con un equipo muy bueno en el que nos tenemos mucha confianza y comunicación. Otro aspecto importante es estar cerca de todos los stakeholders, empezando por la casa matriz. Voy a Japón cuatro o cinco veces al año. Además, tenemos teleconferencias con el presidente de la compañía una vez por semana donde ponemos sobre la mesa y discutimos mucho las cosas que están sucediendo en cada una de las regiones. Tenemos mucho empoderamiento para tomar decisiones dentro del contexto corporativo global.
¿Cuál es su estilo de trabajo?
Tenemos concesionarios y proveedores que me gusta mucho visitarlos para más allá de recibir un reporte, realmente ver en la cancha qué es lo que está pasando. De la misma manera, voy a la fábrica, estoy mucho en el escritorio, pero no encerrado en cuatro paredes ni recibiendo reportes de la primera línea, sino hablo con los diversos equipos de trabajo, porque eso es parte de nuestra filosofía de trabajo: ‘Gemba’ es el lugar en donde pasan las cosas y ‘Genchi genbutsu’ es ir al lugar, para escuchar, entender y tomar acción.
El lugar en que estamos en este momento es el Banco Toyota (Sao Paolo, en Brasil), ¿cómo así un fabricante de vehículos tiene un banco?
Estamos en el proceso de ser una empresa de movilidad. ¿Eso qué significa?: producir vehículos, comercializarlos, venderlos y darles servicio a nuestros clientes, también con otros colaterales. Uno de ellos es el financiamiento y es por ello que tenemos el Banco Toyota en Brasil y en Argentina.
¿Qué más incluye ser una empresa de movilidad?
Dentro de este proceso, también ofrecemos servicios como, por ejemplo, el alquiler de vehículos para personas y empresas. Una tendencia creciente, especialmente entre quienes trabajan desde casa, es la necesidad de contar con un vehículo solo en ocasiones específicas, como para viajes de fin de semana. Para ellos, ofrecemos Kinto. Del mismo modo, muchas empresas prefieren no inmovilizar su capital en una flota de vehículos y optan por que un tercero gestione su movilidad. A través de Kinto, también brindamos este servicio. Lo que nosotros ofrecemos es un abanico de soluciones para nuestros clientes.
¿Se pueden venir más líneas de negocio asociadas con esta oferta de movilidad?
Sí. Por ejemplo, en Banco Toyota de Brasil, aparte del financiamiento de vehículos tenemos el ala de negocios que se llama “consorcio”, lo que en el Perú vendrían a ser los fondos colectivos. Además, el banco también ha entrado en el sistema de seguros. Otro ejemplo, es que cada vez más estamos entrando en la comercialización de accesorios en el negocio de vehículos usados, porque la idea es ampliar cada vez más el portafolio de servicios que brindamos a nuestros a nuestros clientes.
En el Perú trabajan con MAF la oferta de financiamiento vehicular, ¿qué otros negocios adicionales podrían desplegar?
Ya estamos llegando con nuestra nueva oferta. Se está avanzando. Como mencionaste, el brazo financiero que tenemos en Perú es a través de MAF. Ya estamos empezando nuestra operación de Kinto tanto para personas como empresas. Precisamente, Toyota del Perú va a fortalecer esta área de negocios. Entonces, el modelo que tenemos a nivel global y regional se aplica también a nivel local.
¿La competencia puede ser disruptiva, como lo vimos hace poco en la IA con DeepSeek. ¿Qué de nuevo se viene en Perú para defender sus 20 puntos de cuota?
Uno de los pilares de nuestro negocio, además de la movilidad, es la tecnología. Considero que el proceso de electrificación en la industria de los vehículos es una herramienta o arma fundamental para mantener nuestra posición. Nuestra estrategia se basa en la multitecnología, ya que entendemos que cada país tiene necesidades y condiciones distintas. Por ello, ofrecemos una gama diversificada de vehículos: de combustión interna, híbridos (líderes en el proceso de electrificación), híbridos enchufables, eléctricos y de hidrógeno. En el caso de Perú, están disponibles todas estas tecnologías, excepto la de hidrógeno.
¿Cuál es la importancia para Toyota la producción de vehículos electrificados?
Es importante por varias razones. En primer lugar, porque creemos firmemente que es nuestra responsabilidad contribuir con el medio ambiente y el planeta. Por ello, promovemos que la discusión no se centre únicamente en la tecnología del vehículo, sino en lo realmente importante: cómo reducir los niveles de carbono. En segundo lugar, los consumidores están exigiendo cada vez más un mayor compromiso ambiental por parte de los fabricantes en todos los sectores. Por estas razones, tanto desde nuestra visión y compromiso como empresa, como por las expectativas del consumidor, tenemos que producir estos vehículos.
¿Cuál es la participación de los vehículos electrificados en la producción de Toyota?
En números redondos, en el ámbito global, Toyota produce unos 10 millones de vehículos, de los cuales el 40% ya son electrificados y sobre todo híbridos. Eso marca la pauta a nivel global, que también se replica en el ámbito regional. El país más avanzado en este proceso de electrificación es Brasil, pero si miramos modelos en específico, por ejemplo, Corolla o Corolla Cross, que llegan al Perú, el nivel de demanda de híbridos dentro de Corolla ya llega al 40%. Con la inversión que estamos haciendo de US$2,000 millones en Brasil para ampliar la fábrica, vamos a introducir dos modelos más de híbridos. Además, estamos estudiando la posibilidad de producir vehículos híbridos enchufables, que se va a dar cuando veamos que exista un nivel de demanda y desarrollo de la infraestructura.
Imagine que como peruano destacado una de las autoridades del país le pregunta al oído sobre qué necesitamos para tener nuevas industrias como la de vehículos. ¿Qué le diría?
Lo fundamental es la educación. La educación es la base fundamental para el desarrollo del país, no solamente económico, sino en todos los aspectos. Un buen sistema educativo que genere profesionales de alta calidad comprometidos con el país puede ayudar bastante al desarrollo económico del Perú. Luego, ¿en qué industrias? Tenemos que ver cuáles son las fortalezas que tiene el país para enfocarnos en estas. También necesitamos tener mucha consistencia, porque eso brinda previsibilidad para las empresas. Uno de los factores para decidir dónde hacer industria es la previsibilidad. En el sector automotor nuestras inversiones son para 10 o 20 años, entonces la previsibilidad es muy importante y eso tiene que ver mucho con las políticas públicas.
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